Tiempo de patatas nuevas, peras gallegas u hortalizas como el hinojo o el bimi

Pasear de frutería en frutería debería promoverse como actividad turística durante el verano. Porque sus estanterías son una prueba de la gran diversidad que esconden los huertos gallegos. Superado el primer tramo de agosto, ahora es tiempo de patatas gallegas nuevas, peras pequeñas de árboles autóctonos, hortalizas que comienzan a redescubrirse —aunque siempre han estado ahí, como el hinojo— y otras que las modas han empezado a colar en las cocinas, como el bimi. Y, como no, todavía hay tomates, muchos tomates.

Patatas nuevas

Tras los precios desorbitados que alcanzaron las primeras patatas gallegas a principio de temporada, ahora la cotización empieza a moderarse. Este martes en los mercados coruñeses podían encontrarse patatas gallegas de tamaño pequeño-mediano de tipo Kennebec a 1,5 euros el kilo. Ese mismo precio era el que tenían las de variedad Red Pontiac, unos tubérculos de piel roja e interior blanco cuya textura es muy cremosa al cocerlas. Son también las que mejor aguantan la nevera.

Hinojo

Lleva toda la vida ahí. De ello es testigo la cocina tradicional que esconde recetas como el potaje de garbanzos con hinojo, típico de Granada por influencia de la cocina árabe. Pero ahora parece que el hinojo, una planta con múltiples propiedades medicinales, se ha redescubierto en la cocina moderna. Aunque en algunos supermercados puede hallarse todo el año, estos días la hay cultivada en huertos de cercanía. Una raíz con sus hojas en ecológico suele estar en torno al euro.

Bimi

Tiene un sabor suave y, como buena brásica, sus propiedades están de sobra probadas. De hecho, aporta potasio y vitaminas del grupo B. Los ramilletes de cultivo ecológico podían encontrarse este martes en la plaza de San Agustín, en A Coruña.

Tomates

Desde el negro de Santiago al cherri, los tomates están en plena temporada en verano.

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