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Frenar la varroa o surtir de cera las colmenas, hacia ahí enfocan los apicultores las ayudas de Medio Rural

Miriam García Roca., M.C REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

OSCAR CELA

Medio Rural acaba de resolver unas subvenciones que beneficiarán a 1.961 productores

13 ago 2021 . Actualizado a las 22:31 h.

Adaptarse a las circunstancias. Esa es la necesidad que lleva a los apicultores a realizar una mayor inversión en medicamentos para hacer frente a plagas como la de la varroa o para procurar el alimento y la cera necesarios para garantizar unas condiciones óptimas a las colmenas que conforman sus explotaciones. Así lo apunta Gonzalo Calvo, apicultor y veterinario de la Asociación Gallega de Apicultura (AGA). Este colectivo es uno de los beneficiarios de las ayudas del Plan Nacional Apícola para la mejora de la producción y comercialización de productos de apicultura que acaba de resolver la Consellería de Medio Rural. Son 24 expedientes que benefician a 1.961 apicultores con 170.962 colmenas distribuidas por toda la comunidad y que suman un montante de 1,29 millones de euros, cofinanciados en un 50 % con fondos europeos, un 25 % el Gobierno central y otro 25 % la Xunta.    

«Una explotación debe hacer importantes inversiones en alimento, medicinas y cambio de ceras. El año pasado el plan cubría únicamente el 50 % de los costes de la cera y de la comida, este año será un 100 % para las colmenas en ecológico y un 90 %  para las que no están en ese manejo. Las ayudas para la compra de medicamentos para erradicar plagas también se verán incrementados en un 10% más, alcanzando el 90 %».

Todos estos cuidados son cada vez más importantes debido al papel que juega la climatología en este tipo de ganadería. «La calidad de la miel varía de una zona a otra de Galicia y eso se debe a los factores climatológicos. Por ello el apicultor debe contar con los medios necesarios para hacer frente a las adversidades», señala Gonzalo. 

De hecho, existe una larga lista de factores que condicionan el trabajo de los apicultores. Desde los problemas derivados por presencia de la velutina o avispa asiática hasta las variaciones de temperaturas entre las zonas de costa y las de interior. Dificultades relacionadas de lleno con el cambio climático que hacen que el ciclo de vida habitual de las abejas se vea alterado y que consecuentemente influya al sabor y calidad de la miel. Y curiosamente explica que mientras la velutina trae de cabeza a los apicultores de zonas costeras, en el interior lo que realmente preocupa es la varroa. 

A la hora de resolver estas ayudas, Medio Rural ha dado prioridad a aspectos como a la dimensión de las explotaciones, la pertenencia a la IXP Miel de Galicia o la adcripsción o a una Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera. Además, entre otras cuestiones, se valoró el hecho de que las explotaciones solicitantes ostentasen titularidad compartida o a cargo de personas jóvenes, que las colmenas estuviesen en zonas desfavorecidas o registradas en el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (Craega).

Estas aportaciones pretenden mejorar la producción y comercialización de los productos de apicultura. Así, disponían de seis lineas de subvención: para la asistencia técnica, para la lucha contra las agresiones o enfermedades de la colmena, para la racionalización de la trashumancia, para medidas de apoyo a los laboratorios de análisis de productos apícolas con el objetivo de ayudar a las personas apicultoras a comercializar y a valorar sus productos, para apoyar la repoblación de la cabaña apícola y para hacer seguimiento de mercado.