Las herramientas de la Lei de Recuperación de Terra Agraria de Galicia pueden aportar base territorial a las explotaciones que quieran aumentar su tamaño
29 jun 2021 . Actualizado a las 17:19 h.Polígonos agroforestales, aldeas modelo, agrupaciones agroganaderas o forestales de gestión conjunta o reorganización de la propiedad de terrenos. Esas son algunas de las herramientas que regula la Lei de Recuperación de Terra Agraria de Galicia, que podrían servir a los viticultores para aumentar la base territorial de sus explotaciones. De la Ley habló la directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), Inés Santé, durante la jornada A primavera de Futuro Viñador. El hecho de recuperar tierra abandonada, dijo la directora xeral, permitirá anticiparse al fuego, trabajar por la recuperación demográfica y por el asentamiento en el rural, además de mejorar la calidad de vida de la población.
Inés Santé también indicó que la norma se basa en la plena garantía de los procedimientos, en la seguridad jurídica en las relaciones entre diferentes agentes que actúan sobre el territorio y en la voluntariedad en su participación dentro de los diferentes mecanismos de movilidad. De esta forma el propietario de la tierra recibirá un beneficio por su gestión, mientras que aquellas personas que las quieran trabajar contarán con superficie suficiente para llevar a cabo una actividad económica rentable, manteniendo la titularidad de las parcelas.
La directora xeral también puso de relieve que esta norma ordenará el uso de las tierras de carácter agroforestal a través de la puesta en marcha de un mapa de usos agroforestales, que reflejará el empleo de las tierras y servirá de base para planificar las actuaciones de las administraciones públicas en esta materia. Sobre la identificación y sobre la ordenación de usos, también prevé la creación de un Catálogo de Suelos agropecuarios y Forestales.
Al mismo tiempo, la norma atribuye a la Xunta la capacidad de investigar la propiedad de las parcelas de fincas. Esta potestad estaba en manos del Estado hasta ahora. De este modo se da a los dueños un plazo de diez años para poder reclamar la propiedad de las parcelas sin acudir a la justicia. En caso de que aparezca el propietario, no solo recuperará la titularidad de las tierras, también la Xunta le reintegrará el rendimiento obtenido mientras la parcela estuvo arrendada.
Al mismo tiempo, recordó que la ley prevé medidas generales para promover la recuperación y puesta en valor de la tierra agraria. E hizo referencia a algunas: ayudas públicas, líneas de crédito bonificadas u otros instrumentos financieros o contratos temporales de gestión pública. TAmbién detalló que incorpora incentivos fiscales en impuestos que gestiona la comunidad autónoma y contempla además proponer al Estado medidas fiscales específicas para incentivar la movilización. Dentro de ellas destacó las relacionadas con el IRPF para promover el arrendamiento de las parcelas rústicas del Banco de Terras, que entren en polígonos agroforestales, aldeas modelo o agrupaciones de egstión conjunta. Otra de las cosas que promueve son incentivos fiscales para la incorporación de agentes promotores a los mecanismos de movilización, además de tributos estatales que afecten a las permutas en suelo rústico. .