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Una granizada corta el tráfico y arruina la cosecha de uva en Chantada

AGRICULTURA

El pedrisco dejó un manto blanco en la carretera a la altura de San Fiz y hojas y racimos tirados por los viñedos

17 jun 2021 . Actualizado a las 11:22 h.

Una fuerte granizada motivó esta tarde la interrupción del tráfico en la carretera de Monforte a Chantada, cerca ya de esta última localidad. La tormenta descargó en forma de pedrisco en la zona de San Fiz, donde ese vial discurre por un tramo de la ribera del Miño plagado de viñedos. La calzada quedó en pocos minutos completamente blanca, como si hubiese caído una nevada. Los conductores que circulaban por ese tramo tuvieron que detener sus vehículos por el riesgo que suponía conducir en esas condiciones.

Las piedras del granizo eran de gran tamaño y también cubrieron en cuestión de pocos minutos las hileras de los bancales del viñedo. Los daños en la parte alta de la ribera, donde se encuentran las viñas de Adegas Amedo, podrían ser muy cuantiosos. Algunos cosecheros indicaron que hojas y racimos están tirados por el terreno y que la cosecha de uva de este año se da por perdida en su totalidad.

La granizada también causó destrozos en la vecina zona de Pesqueiras, también en la ribera del Miño, próxima al embalse de Belesar, donde hay abundantes viñedos. «Yo tengo 49 años y en mi vida recuerdo una cosa parecida. Nunca vi llover tanto tiempo y con tanta intensidad», señala, al otro lado del teléfono, uno de los conductores que quedó bloqueado en la carretera en San Fiz.

La granizada comenzó a caer sobre las cinco y media de la tarde. El pedrisco descargó con intensidad durante varios minutos y cuando amainó siguió lloviendo con fuerza durante bastante tiempo. Los viticultores temían que la tromba de agua provocase derrumbes en las muras de las viñas. «Estaba o ceo negro como se fose noite. Xa se vía vir unha tormenta gorda, pero isto foi moito. Dan ganas de chorar», comenta uno de los cosecheros afectados.

La calzada, según relataron los conductores, no se veía tras la tormenta debido a la acumulación de hojas de los árboles y las vides. La vegetación se mezcló con los restos del pedrisco y dificultó la circulación en la zona, donde hay largas colas a la espera de que el tráfico se normalice. Algunos camioneros que tenían que atravesar ese trayecto optaron por poner cadenas en las ruedas para garantizar la estabilidad de los vehículos.

En otros puntos de Chantada también se registraron granizadas de forma intermitente, pero sin la intensidad con que cayó el pedrisco en la ribera del Miño. El sur lucense se encontraba este miércoles en alerta naranja por tormenta, después de varios días de tronadas que se habían saldado sin daño alguno. El pedrisco arruina en San Fiz una de las mejores cosechas en cuanto a cantidad, que se recuerdan en los último años. Los viticultores reclaman ya compensaciones mediante la declaración de zona catastrófica.