Estados Unidos suspende por cinco años los aranceles a los productos agroalimentarios de la UE
AGRICULTURA
Reyes Maroto y Planas aplauden el acuerdo, al igual que la Federación Española del Vino
16 jun 2021 . Actualizado a las 11:55 h.Estados Unidos ha dado una tregua al campo europeo. También al español y gallego, sobre todo al sector del vino en el caso de Galicia. Lo ha hecho después de que el Gobierno del país norteamericano y la UE lograran llegar a un acuerdo con el que ponen fin a 17 años de disputas en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OCM) derivadas de las ayudas a Airbus, el consorcio aeronáutico europeo, y Boeing, su homólogo estadounidense. Porque esas ayudas llevaron a emprender en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OCM) una guerra comercial en la que los que pagaron el pato fueron los agricultores por los altos aranceles que Estados Unidos había impuesto a las exportaciones de un largo listado de productos agroalimentarios.
El eco de la noticia no se ha hecho esperar. Supone un «paso histórico», dijo la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que se congratuló de poder recuperar las operaciones de exportación e inversión españolas en el mercado estadounidense, «clave para las empresas y para la recuperación de la economía española».
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha felicitado por este anuncio que gravaba «injustamente» las exportaciones agroalimentarias españolas a Estados Unidos, entre ellas, al aceite de oliva, al vino, quesos y cítricos: «Es una magnífica noticia. Volvemos a la senda del multilateralismo que nunca se debería haber dejado de lado. El diálogo, la colaboración y la búsqueda de consenso debe primar a las acciones unilaterales que generan desequilibrios y conflictos comerciales innecesarios». No ha tardado en llegar tampoco la reacción de la Federación Española del Vino: «“Aunque todavía queda por aclarar algunos detalles del acuerdo, lo más relevante es el cambio de actitud y el espíritu de negociación que ha primado en los últimos meses y que debería conducir a una solución en la que no haya vuelta atrás», dijo el responsable de la Federación, José Luis Benítez.
El acuerdo llega después de que en marzo se abriera ya una primera tregua de cuatro meses para tratar de acercar posturas. Pero es verdad que ahora se ha acelerado debido a la urgencia de Joe Biden por recuperar el apoyo de los aliados europeos frente a China. De ahí que la paralización de aranceles se alargue al menos durante cinco años, aunque como apuntó la responsable en materia comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, pese a que la negociación implica la suspensión tarifaria durante ese plazo de tiempo, en la práctica Estados Unidos mantendrá dicha suspensión «mientras el apoyo de la UE a Airbus será coherente con los términos del acuerdo», por lo que se reserva el poder de reactivar los gravámenes si considera que se vulnera la competencia justa.
El compromiso de poner fin a este conflicto quedará recogido en la declaración conjunta que Estados Unidos y la UE difundirán este martes y que recogerá la hoja de ruta de «varios años» para resolver las diferencias, según han confirmado fuentes comunitarias a Europa Press. De hecho, el consenso se anuncia coincidiendo con la visita del presidente de Estados Unidos a Bruselas, en donde este mismo martes participa en una cumbre bilateral Estados Unidos-UE junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel.
El documento que suscribirán Biden, Von der Leyen y Michel fue ya presentado la víspera a los embajadores de los Veintisiete e implica una suspensión de todos los aranceles durante un periodo de cinco años, así como una serie de «compromisos» para allanar el camino a la solución definitiva, explican las fuentes.
«La reunión de hoy arranca con un gran avance en aeronáutica. Realmente abre un nuevo capítulo en nuestras relaciones porque pasamos de pelear a cooperar en materia de aeronaves, tras 17 años de disputa», ha celebrado la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en una declaración distribuida por su equipo. El acuerdo garantizará que europeos y estadounidenses compiten «en igual de condiciones» y permite «pasar página, trabajar juntos para encarar las prácticas desleales y coercitivas que nos preocupan a ambos y asegurar estándares de competencia justa», según ha dicho, por su parte, Katherine Tai.
El primero en gravar las exportaciones del otro fue Estados Unidos, cuando el entonces presidente Donald Trump anunció aranceles por valor de 7.500 millones de dólares (unos 6.100 millones de euros) con el aval de la OMC. La UE respondió un año después imponiendo tarifas a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares (cerca de 3.300 millones de euros).