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Sensores que permitirán optimizar el riego del viñedo

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

cedida

La escuela de Enxeñaría de Lugo participa en el programa Viniot que busca llevar la agricultura de precisión al cultivo de la vid

12 jun 2021 . Actualizado a las 10:50 h.

Hace ya más de un año que se puso en marcha el proyecto Viniot, un programa europeo Interreg SUDOE que cuenta con un presupuesto de más de 1,4 millones de euros y en el que los investigadores del grupo Proxectos e Planificación (PROePLA) da la Universidade de Santiago de Compostela participan como miembros de un consorcio internacional liderado por el centro tecnológico Aimen. La iniciativa pasa por fusionar en una misma solución las dos principales tecnologías que se utilizan en la actualidad para la monitorización de viñedos. Y la labor de la escuela de Enxeñaría de la USC pasa por instalar sensores en vides de las variedades mencía y treixadura para optimizar la gestión de su estado hídrico y mejorar la fertilización.

Explica el profesor e investigador de la escuela de Enxeñaría de Luego, Javier J. Cancela, que actualmente se emplean imágenes multiespectrales y sensores de suelo como tecnologías para monitorizar el viñedo. La idea de este programa es fusionarlas en una para diseñar un sistema que sea de fácil utilización por parte de los viticultores. Se trataría de una herramienta que le permitiría recoger y valorar toda la información relativa a la uva, la planta, la parcela y el viñedo. 

Uno de los cometidos de los ingenieros de la escuela lucense es la instalación de sensores para la medición del contenido de agua en el suelo y de la temperatura, dispositivos tecnológicos que facilitarán la gestión del estado hídrico de los viñedos de las variedades mencía y treixadura. La colocación de estos sensores de proximidad introduce la digitalización en el campo gallego y favorece las prácticas y manejo de precisión en un cultivo que requiere de un control del agua disponible para la planta, con el fin de avanzar así en la búsqueda de un uso eficiente del abonado, a través de la fertirrigación. Explica Javier J. Cancela que las condiciones climáticas y las variaciones experimentadas a lo largo de los últimos años propiciaron que muchos viticultores apostaran por implantar en sus áreas de cultivo sistema de riego, que requieren de un manejo correcto para alcanzar el aprovechamiento deseado.