En el mercado de Vilalba había productos idóneos para preparar caldos y potajes con los que afrontar el invierno
03 feb 2021 . Actualizado a las 09:17 h.Dice el refrán: «Cando a Candelaria chora, a metade do inverno vai fóra. Que chore, que deixe de chorar, a metade do inverno está por pasar». Los que se acercaron ayer al mercado de Vilalba pudieron comprar productos idóneos para preparar caldos y potajes y afrontar así lo que queda de invierno.
El repollo vale para un caldo en el que el cocinero puede emplear algo de carne de cerdo —recordemos que las matanzas caseras todavía están recientes— o darle un toque más vegetal, usando otras verduras. María Jesús Villalba, vendedora de Mondoñedo, lo vendía a 1,50 euros la pieza. No era esa la única hortaliza del valle mindoniense que ofrecía: por ejemplo, había también puerros (0,50 euros cada uno). Además se pueden encontrar ajos del país en estos meses: en este caso, los de María Jesús Villalba, se vendían a ocho euros la docena.
En cuanto a la berza, vale para caldos, para menestras e incluso para revueltos. En el mercado de Vilalba, ayer, se podía comprar el manojo a un euro. Tampoco faltaban los grelos: a un euro se vendía el manojo. En este caso se trataba de verdura cultivada en la parroquia vilalbesa de Sancovade, pues los vendedores de Mondoñedo comentaron que escaseaba en los últimos días.
El grelo está en plena temporada. La preparación de cocidos, tan propios de estas fechas y del carnaval en particular, suele elevar sus ventas.
Plantas
La coliflor podía comprarse ayer a dos euros la pieza: así las vendía Luis Piñeiro, de Mondoñedo, que también ofrecía lechugas a 0,75 euros la unidad. Pero además de la verdura que se puede comer hay ya plantas cuya cosecha, en invernadero, empezará dentro de varias semanas: por ejemplo, a dos euros se vendía la docena de plantas de lechuga, y a diez, el ciento de plantas de repollo y de berza.
Para interesados en caldos y en cocidos, también había ayer variedad de carnes. Marisa Gallego, de Rábade, vendía a 9,90 euros el kilo de chorizo fresco y a cinco la pieza de lacón. Si el comensal quería acabar el menú con un queso contundente, el de mezcla —oveja y vaca, semicurado y procedente de Zamora— costaba 20 euros.