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La nueva ley de calidad alimentaria gallega comenzará en enero su desarrollo para actualizar el texto de 2005

E.P. SANTIAGO

AGRICULTURA

Servicio Ilustrado (Automático)

La oposición denuncia en la comisión de Agricultura del Parlamento «graves problemas» en la investigación agrícola

05 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva ley de Calidad Agroalimentaria comenzará su desarrollo en enero para actualizar la norma del 2005. Lo avanzó el director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), José Luis Cabarcos, durante su comparecencia en la comisión de Agricultura a petición del BNG. Cabarcos afirmó, como recoge Europa Press, que es «incuestionable» que esta ley necesita renovarse después de más de 15 años, en un texto que reúna de «forma integral y operativa» las cuestiones en relación a este tema. De tal forma, se buscará la «potenciación» de las figuras de Denominación de Origen (DO) y de Indicación Xeográfica Protexida (IXP), con 36 distintivos existentes en Galicia, así como los indicativos de agricultura ecológica y artesanía agroalimentaria.

El objetivo será mejorar su posicionamiento «bajo el paraguas» de Galicia Calidade. También habrá un apartado específico acerca del funcionamiento de Agacal.

AUMENTO DE PRESUPUESTO DE AGACAL

En otro orden de cosas, el director xeral de Agacal destacó el incremento del 35% de las cuentas de esta agencia en el 2021, que alcanza los 40,8 millones de euros, según figura en el proyecto de presupuestos en tramitación.

Entre otras novedades, se refirió a la creación de la Fundación de Investigación Agraria para impulsar la I+D+i en los sectores agrario, ganadero y forestal, la cual tendrá como fin mejorar la rentabilidad. También apuntó que habrá un «importante esfuerzo inversor» para los centros de investigación, con 2 millones para el de Mabegondo. Junto a esto, se destinarán 4 millones para la reforma en el centro de Boqueixón, que aspira a ofrecer el «espejo del rural». La resolución del concurso de ideas «es inminente», mientras en el 2021 se redactará el proyecto y se comenzarán las obras.

LA OPOSICIÓN DENUNCIA «GRAVES PROBLEMAS» EN LA INVESTIGACIÓN

Durante el debate, el diputado del BNG Xosé Luís Rivas, Mini, pidió «revitalizar» los centros de investigación agraria con un respaldo de investigadores «serio, contundente y dotado de plazas», así como con medios para que «no tengan que pagar la luz con lo que sacan de la leche». Asimismo, criticó que se vaya a «montar un nuevo chiringuito» con la fundación de I+D+i con base en un centro Centro Tecnolóxico da Carne que «no reúne los requisitos necesarios».

Con todo, el diputado del Bloque le deseó «suerte en esta singladura» al nuevo responsable de Agacal «y algo más de sensibilidad» que sus predecesores en el cargo.

Por su parte, Martín Seco (PSdeG) denunció los «graves problemas» de gestión en los centros de investigación en el agro gallego, con precariedad de trabajadores y falta de contratación de nuevos investigadores.

Además, reprochó que la nueva fundación se vaya a «construir en base a un chiringuito baltariano como el Centro Tecnolóxico da Carne», investigado por «prevaricación» y «malversación». Seco también lamentó que se planteen «obras faraónicas» como las de Boqueixón, mientras los alumnos internos en Sergude están en unas instalaciones con «aspecto de inclusa del siglo XIX».

En su réplica, Cabarcos dijo que no le gusta «escuchar ese término de chiringuito» y remarca que la figura de la fundación de I+D+i permitirá una mayor «agilidad» para retos de futuro. Además, resaltó que se sigue la estela de otras comunidades como la fundación IRTA de Cataluña, que pone de referencia.

La diputada del PP Elena Candia rogó a la oposición «dejar trabajar» y «arrancar» en su puesto a Cabarcos, que «acaba de llegar» a Agacal.

VENDIMIA CON PRECIO EN LA MEDIA DE LA DÉCADA

En otro orden de cosas, el responsable de Agacal definió como «buena» esta vendimia del 2020, en la que se han recogido unos 60 millones de kilos de uvas entre las cinco denominaciones de origen.

En respuesta a una pregunta del Grupo popular, dijo que el precio está «en línea con el valor medio del último decenio», pese al «efecto colateral» de la actual crisis.

Así, a pesar de la «incertidumbre» y las restricciones en la hostelería «no quedaron uvas en las cepas». Una vendimia que tiene en Galicia unos 14.000 viticultores de más de 450 bodegas, con una facturación anual que ronda los 200 millones de euros.