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Tractores sin conductor y máquinas con control remoto, el futuro es presente en el campo

Juan V. Lado ZARAGOZA

AGRICULTURA

Un técnico de John Deere explica al público el funcionamiento de una de las últimas novedades de la compañía estadounidense
Un técnico de John Deere explica al público el funcionamiento de una de las últimas novedades de la compañía estadounidense

Los últimos avances tecnológicos aplicados al campo pueden verse estos días en Zaragoza. La agricultura de precisión, el autoguiado y autoaprendizaje son una realidad.

28 feb 2020 . Actualizado a las 10:03 h.

La tecnología del futuro tiene ya aplicación en el campo. «La agricultura de precisión, el autoguiado y el autoprendizaje» de la maquinaria es el presente. Lo dice la coordinadora de ferias y eventos de John Deere, Irina Mendelekhes, que está al frente de la delegación de la legendaria compañía de Illinois (Estados Unidos) en la Feria Internacional de Maquinaria (FIMA) de Zaragoza. En su stand de 2.100 metros cuadrados, el más grande de la feria comparable únicamente a su gran competidor New Holland, destaca el mastodóntico tractor 8RX de bandas de goma, o la pala de la serie M, que se presenta aquí como novedad mundial. Pero también llama la atención un gran cubo blanco dedicado al I+D+i,  aquellos proyectos en los que en estos momentos trabaja John Deere y que, a buen seguro, serán claves en el mercado en no muchos años.

Entre los nuevos juguetes hay un dron sulfatadora. Al sobrevolar  las plantaciones, es capaz de comprobar qué zona ha quedado sin aplicar el producto correspondiente. Entonces, regresa a la base, recarga y lo aplica.

En esa parte de la feria también está la medalla de oro a la novedad técnica más sobresaliente de FIMA. Es la «transmisión infinitamente variable multimodo, con división de potencia electromecánica y generación de potencia eléctrica». Para el que no esté muy familiarizado con estas tecnologías, las transmisiones infinitamente variables son desde hace varios años un elemento fundamental de los tractores de alta gama. Podría decirse que son cambios semiautomáticos capaces de pasar de una marcha a cualquier otra dentro de sus límites, lo que ofrece grandes ventajas en entrega de potencia o comodidad a la hora de trabajar. 

La novedad está, según explica Miguel Ángel Carpintero, del servicio técnico de John Deere, en que en lugar del habitual sistema electroestático, que implica pérdidas importantes de energía disipada en forma de calor, emplea un sistema electromecánico. Por tanto, los dos motores eléctricos acoplados en el bloque proporcionan hasta 100 kilowatios de potencia eléctrica, que se pueden emplear en el propio tractor o en los aperos. «De hecho a nosotros lo que nos han premiado es el sistema conjunto con esta cuba de Joskin, porque ofrece una mayor eficiencia, con hasta un 25 % menos de consumo, menos pérdida de potencia y un sistema inteligente de tracción. Como ves, entre el tractor y la cisterna no hay ningún tipo de conexión mecánica, todo es eléctrico», detalla Carpintero.

Lo hace mientras muestra un vídeo en el que se observa como el conjunto de tractor y cisterna sin este sistema de tracción patina por una pendiente y provoca daños importantes en el campo, el que incorpora la premiada tecnología avanza con mucha mayor firmeza. 

En el stand del otro gran referente tecnológico, el de la marca Fendt de Marktoberdorf (Alemania), los tiros van por el mismo lado. Hasta tal punto es así, que el interés de los visitantes profesionales, más que en el impresionante 1050 vario con sus 530 caballos compactos de potencia, se centró en el Fent One, el avanzado puesto de mando presentado en Zaragoza como novedad. Mediante mandos más que ergonómicos y pantallas táctiles, da el control al operario capaz de controlar desde la presión de aceite de un latiguillo hasta la recuperación de potencia bajando una pendiente para asumir a continuación una subida.

De hecho, los visitantes se agrupaban en grupos de aproximadamente una decena de personas para atender a las explicaciones técnicas sobre el funcionamiento de este gran tractor. No vieron su último cosechadora, la Fendt Ideal, una máquina que, como explicó Carlos Villasante, el director de la márketing de la firma alemana, ahora englobada en el gigante americano AGCO Corporation, por «cuestiones de espacio» y porque querían «dejarle a la gente sitio por el que moverse», no la desplazaron hasta la feria. Por la Fendt Ideal  también fueron premiados, al «ser la primera que ya prescinde por completo del volante y la dirección se maneja con un joystick», lo que recibe el nombre técnico de IDEALDrive, distinguido con una medalla de plata a la novedad técnica.

 Sin embargo, la verdadera guerra tecnológica del sector ya no es de acero sino de silicio, porque más que los componentes mecánicos, lo que se denominaría hardware en el campo de la informática, lo que está llamado a marcar diferencias son las tecnologías de la comunicación. De hecho, otra de las medallas de oro a la novedad técnica sobresaliente ha sido para el sistema de accesibilidad de datos multiplataforma del fabricante independiente 365FarmNet, que ha conseguido implicar a Claas, CNH, New Holland, Case y John Deere. Consiste, básicamente, en que en que todos los datos agronómicos que van generando las distintas máquinas se unifican en un único portal para ofrecer una solución estándar disponible para cualquier usuario. DataConnect es, por tanto, la primera interfaz «nube a nube»” de un proveedor independiente.  

Pero la revolución que se avecina o que más bien ya está aquí se caracteriza porque prescinde del operario a bordo, bien porque los sistemas funcionan de manera completamente automatizada o porque están cómodamente sentados delante de una pantalla o en el borde de una finca manejando los equipos a través de sistemas de control remoto.

Así, por ejemplo, se puede ver estos días en Zaragoza la RoboGreen Evo de Energreen, que es una desbrozadora de orugas de gomas autopropulsada en la que no hace falta que vaya a bordo el operario, es más, resulta imposible hacerlo porque carece de cabina a tal efecto. Se maneja a distancia.

Ocurre algo parecido con Abeja, una sulfatadora drone de la firma española Spadrone, capaz de levantar 100 kilos de peso en el despegue, con un depósito de 30 kilos que, obviamente, reduce a cero la toxicidad para el trabajador en la aplicación de fitosanitarios y reduce otros inconvenientes de los sistemas tradicionales como los choques con los árboles, los costes del uso de maquinaria pesado o aviación o la dificultad de acceso a zonas topográficamente complicadas. 

El comercial Víctor Piñeiro de la lucense Durán Maquinaria
El comercial Víctor Piñeiro de la lucense Durán Maquinaria J. Ventura

«Este sistema pódese adaptar a calquera cuba do mercado» 

La firma luguesa Durán Maquinaria también ha obtenido una distinción de plata a la novedad tecnológica, concretamente por su sistema de aplicación de purín del fabricante irlandés Mastek, que ha sido premiado por su capacidad, sencillez y versatilidad. «Este sistema a gran vantaxe que ten é que se pode adaptar a calquera cuba existente no mercado, e vai dende os 8,60 ata os 12 metros de ancho de aplicado», explica Víctor Piñeiro, que incide en el triturador como otra de las claves. «É do que se chama Hardox, unha aleación antidesgaste que converte o sistema en válido para calquera tipo de purín. Ademáis é moi accesible a través de esta entrada que ten aquí e o motor hidráulico conta cun sistema laberíntico que é moi importante nestes casos porque, aínda que haxa algunha fuga, impide que o xurro se misture co aceite», dice Piñeiro, quien destaca que el éxito está siendo total. «Xa levamos 15 vendidos sobre todo para a zona de Cataluña, que é onde se están aplicando xa as normativas máis restrictivas e o resultado, polo que nos din os clientes, está resultando excepcional» concluye el técnico, que pone el acento en otra de las ventajas del producto, que funciona mediante electoválvulas con una sola salida hidráulica y utiliza la presión de la propia cuba para aplicar el purín en el terreno «case polo seu propio peso».