Agrogrande es pionera en trabajar con nuevos productos para el campo
26 feb 2020 . Actualizado a las 20:19 h.Los tomates ya no saben como los de antes. La agricultura intensiva ha ganado la batalla y sus cultivos se imponen en lo supermercados, por cantidad, variedad y precio. Pero el mercado está cambiando. Cada vez son más quienes buscan género de calidad y que cumpla los criterios de sostenibilidad, y en Agrogrande (Vilanova) han decidido adaptarse a los nuevos tiempos. Esta comercializadora agraria está inmersa en un proyecto orientado a recuperar variedades de tomate autóctono. Para ello, está en contacto con el Banco de semillas de Galicia, que le suministra la simiente del tomate negro de Santiago, del tomate gigante gallego o de la variedad rosa, entre otras, para poder disponer así de su propia plantación.
El cultivo profesional de estas variedades todavía es minoritario porque hay pocos viveros que trabajen con este producto, pero la apuesta de Agrogrande servirá para poner la planta en bandeja -literalmente- a los agricultores que quieran probar esta vía de negocio y a los aficionados, esos que aprovechan el jardín e incluso la maceta del balcón para proveerse de sus propias hortalizas. «A xente está cansada de comer plástico», señala el propietario de la tienda, Juan Manuel Grande. El consumo de legumbres y hortalizas del país va ganando terreno, y el agricultor y los intermediarios constituyen un eslabón fundamental en esta cadena.
El tomate es solo una parte de la amplia gama de género que oferta la comercializadora de Caleiro. En su vivero ven la luz plantas de pimiento, pepino, puerro, cebolla, lechuga..., que después se trasplantan a invernaderos y huertas de todo O Salnés. Ya casi nadie trabaja directamente con semilla. El campo gallego se abastece mayoritariamente de viveros, lo cual obliga a implantar nuevos modelos de distribución, un ámbito este en el que también se impone la innovación.
Las clásicas bandejas de plástico de color negro se van desterrando poco a poco de los mesados en favor de otros materiales menos agresivos para la planta y para el medio ambiente, como son el polietileno y el sistema del taco prensado.Agrogrande también va un paso por delante en este tema y es pionero en Galicia en introducir el sistema, un soporte elaborado con fibra de coco de base vegetal.
El primer paso para conseguir productos de calidad y sostenibles es cuidar la tierra, mimar el sustrato que alimenta a la planta cuyos frutos llegarán después a la mesa. El terreno está muy castigado por los abonos químicos y los productos fitosanitarios, pero hay alternativa. Una de ellas es el Bacteriosol, un «creador de humus», según explica el empresario, una especie de abono ecológico elaborado con microorganismos naturales y compostado con cáscara de cacao que llega de Francia y que en Galicia está comercializando Agrogrande. Y su papel no es solo el de simple intermediario. La empresa está en contacto con el CSIC, el centro de investigación de la patata de Xinzo y otros organismos oficiales para hacer un seguimiento de los efectos de este componente en los suelos gallegos.