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Un insecto que llegó desde Asia para quedarse

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Oscar Vazquez

Los primeros ejemplares de la velutina se descubrieron en la cuenca baja del Miño y en A Mariña en el 2012

03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Había llegado a Francia en el 2004, pero no fue hasta el 2012 cuando por primera vez se detectó la velutina en Galicia. Los primeros ejemplares se descubrieron en la cuenca baja del Miño y en A Mariña. Desde entonces hasta ahora, la avispa asiática -llamada así por su origen en ese continente- ha colonizado ya la totalidad de las provincias de A Coruña y Pontevedra, el norte de la de Lugo y ha asentado sus nidos en al menos una veintena de municipios de la de Ourense. Los expertos avanzan que solo la alta montaña de Lugo y Ourense quedará libre de esta especie, que soporta mal la altitud. Sin embargo, los apicultores dicen haber visto ya ejemplares en A Fonsagrada.

Desde la Consellería do Medio Rural reconocen que la erradicación de este insecto no es posible a día de hoy, puesto que no se pueden retirar la totalidad de los nidos en el medio natural y no existen cebos selectivos que permitan su captura. La lucha contra esta especie invasora se centra sobre todo en la retirada de los nidos -en lo que va de año se han eliminado o inactivado 2.185- y el trampeo para capturar a las reinas y evitar la formación de nuevas colonias. De forma paralela, se están desarrollando investigaciones encaminadas a obtener medios de control más efectivos.

La velutina no es más peligrosa ni más agresiva que la avispa común, y sus efectos negativos perjudican sobre todo a la apicultura, pues los insectos invasores actúan como depredadores de las abejas, a las que matan para dar de comer a sus crías. En el caso de las personas, la avispa asiática solo ataca si se siente amenazada, pero cuando esto ocurre suelen producirse picaduras múltiples. Por este motivo se recomienda precaución a los trabajadores de la madera y la fruta.