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El oro líquido y anónimo de los olivares del Sil

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

AGRICULTURA

Se cultivan dos tipos de aceituna únicas en España, pero su aceite sigue sin un distintivo que acredite su origen

13 jun 2016 . Actualizado a las 22:35 h.

Los yacimientos auríferos pertenecen a la historia. Ahora son los vinos de godello los que presumen en Valdeorras de ser el oro líquido del Sil. Pero el orden de prioridades cambia cuando el río enfila hacia el túnel romano de Montefurado. La mencía de tonos azulados comienza a adueñarse río abajo de las viñas en el valle de Quiroga. Aquí el oro líquido es otro. Hay un nuevo filón en el aceite que se elabora artesanalmente desde tiempo inmemorial. Este apreciado condimento, al que se atribuyen virtudes medicinales en la zona, compartió protagonismo con las cerezas en la feria celebrada el fin de semana en Ribas de Sil.

«A cereixa de Ribas de Sil é única e inconfundible», presume el alcalde de ese municipio, Miguel Sotuela. También lo es el aceite, cuya elaboración tiene gran arraigo en Peites, Soutordei o Figueiredo. En esta última parroquia se encuentran los olivares de Miguel Ángel Rodríguez, que cuentan con la certificación de Agricultura Ecolóxica de Galicia. «Hai moito aceite ?galego?. O noso si que o é, e ademais faise unicamente coas variedades tradicionais da zona», explica este elaborador.

Es uno de los expositores que participaron en la Festa da Cereixa e o Aceite de Ribas de Sil. En su puesto vendía botellas de aceite de un cuarto de litro a 7,50 euros. Las de medio litro costaban catorce euros. No son cantidades desorbitadas para una producción artesanal. La aceituna tiene un rendimiento del 15% en fruto. Dicho de otro modo, hacen falta quince kilos para obtener un litro de aceite. En la explotación de Miguel Ángel Rodríguez no hay arbequina, picual, manzanilla o cornicabra, con las que se están replantando muchos olivares. Solo se encuentran aceitunas bravas y mansas, las más arraigadas en la zona.

«As castes tradicionais aquí eran a brava e a mansa. Penso que os nomes teñen que ver co seu tamaño. Cando se recollían do chan, sen colocar redes ou plásticos, a mansa era máis agradecida de apañar porque era máis grande», explica este cosechero. En su explotación de Figueiredo, funciona un vivero en el que prepara las nuevas plantaciones a partir de injertos de olivos centenarios de esas dos variedades.

La Universidad de Vigo inició en el 2014 una investigación para caracterizar estos dos tipos de aceituna, que según los análisis realizados en laboratorios no se corresponden con ninguna de las variedades catalogadas en España. A nivel analítico, el aceite elaborado con estas variedades ofrecieron «moi bos resultados». En cata, las conclusiones no fueron menos satisfactorias. «Aos catadores gustoulles moito e destacaron as súas características positivas, como un alto afroitamento e un baixo amargor que o diferenza dos aceites máis habituais do mercado», señala Patricia Reboredo, una de las investigadoras que participaron en el estudio.

Origen romano

Históricamente, el cultivo del olivo en el valle de Quiroga se vio frenado por la prohibición de nuevas plantaciones que decretaron los Reyes Católicos en el siglo XVI. No obstante, existe constancia documental de una fuerte presencia de este cultivo en Quiroga y Ribas do Sil hasta el siglo XVIII, cuando se inició su declive. Los expertos que investigaron el ADN de las variedades mansa y brava apuntan en su trabajo que el origen de estos olivares se remonta probablemente a la época romana.

Pese a su singularidad y a los beneficios para la salud que se derivan de su consumo, por su elevado contenido en antioxidantes y polifenoles, el aceite que se produce en esta zona de la Ribeira Sacra sigue sin disponer de un indicativo de calidad. El Ayuntamiento de Quiroga tiene registradas las marcas comerciales Aceite de Quiroga y Aceite das Terras de Quiroga. En los últimos años, denunció públicamente la supuesta apropiación indebida de este origen por algunas marcas comerciales.

Las variedades «mansa» y «brava» están siendo estudiadas por los científicos