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Casi un ejército contra la velutina

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

AGRICULTURA

Medio centenar de apicultores de la zona, incluso de Culleredo, se reunieron en Fonteboa.
Medio centenar de apicultores de la zona, incluso de Culleredo, se reunieron en Fonteboa. josé manuel casal< / span>

Amigos das Abellas suman fuerzas ante la plaga de avispa asiática

22 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El martes por la noche ya eran medio centenar los Amigos das Abellas que se reunieron en Fonteboa para tratar sobre la apicultura en general y sobre la vespa velutina en particular. La plaga ha revolucionado el sector, explica Paco Graña, delegado de AGA (Asociación Galega de Apicultorres) en la zona, y se nota en las reuniones de este grupo que comenzó con unos pocos jubilados y algunos alumnos y que no ha hecho más que sumar miembros.

La avispa asiática tiene tan preocupados a los aficionados y profesionales de la zona que más parece que van a una terapia de grupo que a una reunión sectorial. La situación es como para ello, porque las avispas no solo están diezmando las colmenas, sino que están haciendo la vida imposible a muchos.

Es el caso de Manuel Romero, de Carnés, que se desespera porque encuentra en su granja muchas avispas de las importadas, pero es incapaz de encontrar sus nidos. Desde que acercó las colmenas que tenía en el monte hasta la casa para protegerlas mejor ha podido observar la forma de actuar de estas depredadoras, pero se ve incapaz de acabar con ellas. Tal es su frustración que la emprendió a palos con una colmena, «das máis grandes que tiña», que había sido invadida por las avispas, probablemente tras matar a parte del enjambre y ahuyentar al resto. En la refriega se llevó un picotazo en una oreja. Nada para lo que pudo haber sido. Ayer, con tranquilidad, reconocía que fue una locura, pero que se dejó llevar por la rabia.

Del enfado pasó a la acción y empezó a idear sistemas para defender sus colmenas. Pensó en una red que deja pasar a las abejas, pero no a las avispas, de mucho mayor tamaño.

Fue uno de los sistemas que se mostraron en la reunión del martes, además del caza-avispas de Adolfo Ternande, que no pudo asistir el encuentro. De su habilidad para la captura dan fe los tarros llenos de insectos que guarda en su casa como un trofeo.

Todos coincidieron en que los ataques a las colmenas han remitido, quizá porque ya no hay que alimentar a las crías, que son las que demandan la proteína, que las avispas obtienen sobre todo de las abejas.

Paco Graña, delegado de AGA, alertó del peligro de utilizar sistemas demasiado agresivos contra el medio ambiente para terminar con la velutina, sobre todo por el peligro que corren los pájaros y otros animales que podrían envenenarse. Es partidario sobre todo de las trampas como mejor sistemas para capturar a los insectos que vuelan sueltos .

Como los demás apicultores coincidió en la necesidad de que la eliminación de los nidos se realice durante la noche o al amanecer, algo que Tragsa no hace.

Más de 20 nidos retirados en Meirama

Uno de los testimonios más dramáticos sobre la presencia de vespa velutina en la zona fue el de Lola Reimúndez, que vive en la parroquia de Meirama. Calcula que en lo que va de verano se han eliminado solo en el entorno de su casa, en un radio de kilómetro y medio, unos 24 nidos. Tragsa se hizo cargo de 5 y el resto fueron cosa de los apicultores de la zona, que se han enfrentado a la velutina a base de insecticida e incluso con sopletes.

Ella ya ha perdido una colmena, la vio caer como una ciudad sitiada y en todas las demás rondan las avispas. Asegura que en cada una de ellas hay más de una docena de velutinas al acecho, aunque reconoce que la situación ha mejorado algo con respecto al verano, que es época de cría. El problema es que ahora las avispas van a por la fruta y es más fácil que ataquen a las personas en esta situación. Colmenas vacías y frutales arrasados son las consecuencia de las dificultades para luchar contra estos insectos.

«Vivo roedada», dice Lola Reimúndez, que ha emprendido la búsqueda activa de los nidos. Esta convencida de que si no se han detectado más es porque no se buscan, lo que daría la razón a la apreciación de Manuel Romero sobre este tema.

En la reunión del martes quedó claro, además, que los abelleiros, sobre todo los de más edad, pasan mucho tiempo discurriendo sistemas de defensa y ataque contra las avispas asiáticas, aunque todos coincidieron en que el mejor sistema son las trampas. Medio centenar tiene Lola Reimúndez en el entorno de su propiedad en Meirama.