Rachel Bickford, agregada de Agricultura de la embajada de EE.UU. en España, cree que los productos de Galicia tienen gran recorrido en el mercado estadounidense
12 jun 2015 . Actualizado a las 12:37 h.Apenas lleva ocho meses en España. Y durante los últimos días, ha visitado a las autoridades gallegas y a diferentes empresas de la comunidad para estrechar vínculos comerciales con su país.
-¿Qué es lo que más le ha sorprendido desde que llegó de Chile a este nuevo puesto?
-España no es un solo país. Y cada región resulta muy distinta, con productos agrícolas diferentes. Lo que más me ha impresionado es la alta calidad de los productos gallegos. Y tienen un enorme potencial de crecimiento en el mercado norteamericano.
-¿Cómo cuáles?
-Mariscos y pescados, vinos, quesos, conservas...
-Sin embargo, la cuota exportadora es mínima...
-Sí, apenas se ven en los lineales de venta en Estados Unidos. Son pocos y muy caros. Pero la escasa penetración es un fenómeno extensible a otros productos de alto valor del resto de comunidades autónomas. Apenas hay aceite de oliva español, por ejemplo. La mayoría es italiano. Los mismo pasa con el vino. Se ven botellas de Chile, de Australia. Y de España muy pocas. El vino albariño, que es muy frutal, tiene un enorme recorrido en Estados Unidos.
-¿Qué está fallando entonces?
-El equilibrio que hay entre la producción artesanal y con sello de calidad y lograr una escala de producción que permita llevar el producto fuera. Es muy difícil organizar a cada pequeño productor para que exporte. Es un problema de tamaño. Un comprador norteamericano puede pedir una cantidad de vino o de otro producto que no se le puede suministrar. Este es uno de los desequilibrios.
-¿Y el otro?
-Hay que reducir las barreras y los aranceles al comercio. Y por eso es muy importante el tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos. Creo que serviría para impulsar la exportación gallega de forma considerable. Estados Unidos ya tiene firmados acuerdos de este tipo con países que compiten con los productos españoles, como es el caso de Marruecos y de Chile.
-El tratado tiene contestación social porque dicen que antepone el beneficio empresarial a las personas...
-No lo entiendo así. Y este tipo de cuestiones me entristecen. Hay muchos vínculos ente Estados Unidos y Europa. El mercado norteamericano y el europeo son complementarios. Hay un beneficio recíproco. Nosotros exportamos piensos animales de soja y maíz a Europa y ellos nos venden productos de alta calidad para el consumidor estadounidense. Es una gran oportunidad para la UE.