Ethel Vázquez pertenece a la primera promoción de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos que hubo en A Coruña. Fue una de las tres personas que aprobaron la carrera en junio. Se crió en Ponteceso, pero reside en la ciudad herculina. Está casada y tiene un hijo.
-Ethel no es un nombre nada corriente
-Es inglés. Mi madre tenía una amiga en el colegio con ese nombre y le gustaba. Tengo una hermana gemela y según mi madre Ethel y Raquel suenan bien.
-¿Hasta cuándo residieron en Ponteceso?
-Las tres estudiamos EGB en el colegio Eduardo Pondal, donde daban clase nuestros padres Manuel Jesús Vázquez Barca y Benigna Mourelle Mosqueira. Mi padre es de Anllóns, donde mi abuelo era perito agrícola y mi madre es de la zona de Cabana. Con 12 o 13 años mi hermana y yo fuimos a Coruña, a la Compañía de María, donde había estado nuestra madre y después ya estudié Ingeniería de Caminos allí.
-¿Qué recuerda de la etapa de su padre como alcalde?
-Yo nací en 1972, por lo que tendría 9 o 10 años y tengo un recuerdo muy vago de esa época. Creo que sólo estuvo cuatro años.
-¿Por qué eligió Caminos precisamente?
-Porque me gustaban las matemáticas y la física y sacaba muy buenas notas. Pensé en hacer Arquitectura, pero en la escuela de A Coruña había mucha gente y pensé que no tendría salidas. Además acababa de montarse la escuela de Caminos, que era la primera que había en A Coruña. En la primera promoción éramos 60 personas y de ellas, diez éramos chicas. Entonces acabamos la carrera 11 y solo 3 en junio. Una era yo.
-Así que era usted una empollona.
-Yo estudiaba mucho, era muy responsable y los compañeros me pedían los apuntes, pero también era pícara e iba a clase, pero Caminos era complicado y había mucho que asimilar en casa. De todos modos yo salía mucho, los jueves, viernes y sábados no los perdonaba ni aunque hubiera exámenes. Para mí también era muy importante desconectar y estar con los amigos.
-¿Cuál es su vínculo con Ponteceso?
-Tengo unos tíos allí y vamos de vez en cuando, cuando hay reuniones familiares y una ves al año nos desplazamos a Balarés, pero el problema es que vivo en A Coruña y todos los días voy a Santiago, por lo que me cuesta mucho trasladarme cuando no tengo que hacerlo.