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Los alimentos ecológicos agradan a párvulos de Sarria

AGRICULTURA

Los más pequeños devoraron con fruición yogures y galletas

22 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Conseguir que niños y niñas de 3 a 5 años acepten de buen grado consumir verduras es una tarea harto complicada para los padres. La labor es un poco más sencilla si la persona encargada de convencerles de las bondades de consumir estos productos está caracterizada como una enorme y simpática zanahoria es un poco más fácil, aunque continúa teniendo sus dificultades.

Las técnicas del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (CRAEGA) pusieron todo su empeño en conseguir que los alumnos del centro de educación infantil de Sarria conocieran las bondades de los vegetales. Para ello primero proyectaron un deuvedé, de corta duración por tratarse de niños muy pequeños, en el que les mostraban todas las excelencias de los productos elaborados de manera ecológica, especialmente los vegetales. A continuación una gran zanahoria resolvió todas sus dudas y jugó con ellos, pero ni de esta manera logró convencerlos de que cambiaran las chuches por la comida sana.

El desánimo no cundió entre las entusiastas defensoras de los productos ecológicos, que cambiaron de táctica y optaron por ofrecer al complicado auditorio yogures y galletas elaboradas de manera ecológica. La nueva táctica surtió el efecto deseado y el medio centenar de futuros clientes devoraron con ansia ambos productos, sobre todo las galletas, que se agotaron de inmediato ante la mirada desconsolada de los niños.

El principal objetivo que persiguen este tipo de iniciativas es que los menores tomen conciencia de la importancia de una alimentación sana y de una comida elaborada con productos naturales y sin la intervención de pesticidas ni añadidos antinaturales. Lo cierto es que tras las experiencia de ayer, por lo menos los alumnos del centro de párvulos de Sarria son conscientes de que los alimentos que probaron estaban muy ricos y seguro que animan a sus progenitores para que adquieran y consuman estos productos. Es un paso más para concienciar también a los adultos de las múltiples bondades que oferta la agricultura ecológica.