Patrocinado porPatrocinado por

Savia nueva para el río Eo

J. Alonso Quelle

AGRICULTURA

El Principado liberó ayer más de 40.000 alevines de trucha en un intento por recuperar la maltrecha fauna del cauce

19 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A las dos de la tarde del pasado 1 de mayo un mal augurio se cebó sobre el Eo. De forma excepcional, durante unas horas se había levantado la veda de la trucha para celebrar el concurso de la Festa da Troita de A Pontenova. De los 98 pescadores que acudieron al río, en gran parte avezados especialistas, 38 se fueron de vacío. Ninguno logró el cupo de ocho piezas. Las alarmas saltaron. Días después, en el concurso de pesca para los socios del Centro de Iniciativas Turísticas el resultado fue mucho peor. Solo picaron tres truchas. Jorge García, vicepresidente de Medio Ambiente de la Federación Galega de Pesca, llamaba a la reflexión: «Durante mucho tiempo se ha cuidado la repoblación del salmón... pero ¿y la trucha?».

Con el inicio de la temporada los malos presagios se han corroborado. Y no solo en el caso de la trucha. También en el del salmón, ya que los registros de lo que va de campaña en el Eo son sensiblemente peores que los del pasado año, de aproximadamente la mitad de capturas. No obstante, los pescadores siguen acudiendo.

Ayer desde el Principado de Asturias se procedió a liberar a unos 40.000 alevines de trucha en varios puntos del Eo, partiendo desde San Tirso de Abres. La medida, sin embargo, tiene pocas probabilidades de éxito, al entender de algunos especialistas. La evidencia lo demuestra que desde hace varias décadas se desarrollan campañas de repoblación, pero los frutos son muy discutibles. «En el Eo lo que haría falta es poner una piscifactoría como hay en los otros grandes ríos, el Narcea, el Sella y el Esva y soltar intensivamente, alevines de trucha y salmón criados en el mismo río», apunta un ribereño.

¿Cuáles son las causas de la falta de truchas en el Eo?: «Esa es la pregunta del millón. Yo soy un humilde ribereño de A Pontenova, pero por lo que llevo oído de expertos y de pescadores hay muchos factores. En este sentido sí que debería de actuar la Administración, porque el número de ejemplares en el río es alarmantemente escaso. Y ellos lo conocen porque tienen datos. Hay tramos del Eo en los que el encefalograma es plano», apunta Jorge García.

La pesca de truchas ha caído en picado en el Eo en los últimos diez años. Hasta hace poco se notaba en mayor medida desde A Pontenova hacia el mar, pero ahora también se da esta tendencia negativa en el tramo medio-alto, de A Pontenova a Ribeira de Piquín.

Contaminación

¿Es la contaminación una de las causas? Un guardarríos del Eo, Carlos González, vecino de San Tirso, opina que no: «Yo pienso que lo más dañino para el río ha sido la desaparición de la agricultura. Antes no había un tramo del río en el que no hubiese tierras cultivadas. Ahora solo hay monte... y el monte no genera pesca. Genera jabalíes, corzos y otros animales, pero no truchas. Han desaparecido multitud de arroyos, comidos por la vegetación, y el río ha perdido mucha de su riqueza».

La suelta de truchas de ayer fue la primera de esta campaña, pero el pasado año el Principado ya hizo otras en ríos como el Eo, Porcía o en los Oscos. Pero son simples granos de arena si no hay una continuidad. Muchos pescadores opinan que los alevines apenas viven cuatro días antes de ser comidos por las nutrias.

La escasez de salmones no parece tan preocupante como la de la trucha: «Es una especie migratoria. Este año no le dio por entrar, pero eso no quiere decir nada. Hasta ahora los resultados de las últimas temporadas no eran malos», apunta Carlos González. ¿Y el futuro? «La gente sigue viniendo a pescar, porque es un arte precioso. Pero si hubiese salmones aún vendría más», concluyó.