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Vacío pero vivo

| JUAN CARLOS MARTÍNEZ |

AGRICULTURA

08 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

EL CAMPO gallego se vacía; la población del interior se vuelca en las villas grandes, las capitales y el eje urbano de la costa. Pero no todo es duelo. Ninguna sociedad moderna se sostiene ya con el elevado peso que tenía la agricultura en Galicia. La venta de fincas en desuso permite agrandar las explotaciones que quedan, financia la reinstalación en la ciudad y de paso impulsa la construcción y los servicios. La explotación agraria pura deja paso a la nueva economía rural , agroganadería modernizada, de calidad, junto con funciones de servicios. El proceso está en marcha en comarcas que abandonaron pronto el monocultivo lácteo, y debe de funcionar bien, si nos fiamos del tamaño de los coches que se manejan. Si en Los Monegros y en La Vera lo consiguen, no hay razón para fracasar aquí. Tal vez todo sea superar la depresión que produce ver vacío el solar de los abuelos.