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Otra Semana Verde para el milenio

P.V. LALÍN

AGRICULTURA

ROMÁN GUTIÉRREZ / MARCOS MÍGUEZ

La organización prepara ajustes que primen el comercio profesional sin perder el flujo de visitas Cambió la base estructural de la agricultura gallega. En los últimos veinte años desaparecieron 70.000 granjas lecheras en Galicia. El comercio adquiere velocidad de vértigo y los sectores requieren atención específica y época adecuada. La profesionalización no da margen al ambiente festivo. La Semana Verde vivió procesos en sus 24 ediciones. La construcción del excepcional recinto salvó el certamen hace años. Ahora toca el ajuste del recinto al mercado. Todo cabe en la feria pero el milenio requiere un nuevo orden.

11 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Cien o doscientos mil visitantes en cuatro o cinco días feriales es un capital humano difícil de captar. Lo consigue la Semana Verde desde hace muchos años y decenas de políticos quedaron atrapados por su influjo que tradujo el ministro Romero como «milagro». Pero la base socioeconómica gallega y la globalización de mercados obliga a un profundo ajuste, a asumir riegos y a afrontar otra feria para el milenio. Sobre la base de un recinto fantástico la organización ferial tiene el reto de ordenar sus sectores a los tiempos de los mercados, a la velocidad de los negocios y a las expectativas de futuro. Todo sin desperdiciar el caudal humano. La organización ferial está volcada en vías de salida que no liquiden el trabajo hecho. Está demostrado que en el recinto ferial cuajan negocios y volúmenes de facturación multimillonarios. Pero en ocasiones se pierde el tiempo porque falta un filtro perfectamente definido entre el profesional y el visitante común. El gran escaparate ferial es real pero el negocio de las empresas con la distribución reclama un marco con ordenación bien definida respecto a espacios de venta directa. No todos los sectores tiene su época de comercialización en mayo o junio. La maquinaria, por ejemplo. El certamen podrá mantener un escaparate de maquinaria pero deberá racionalizar el uso del recinto con salones de época profesionales. Las áreas de gastronomía y de ocio deben tener un marco perfectamente clasificado y mantener el mismo nivel profesional que supere cualquier duda de salubridad y de comodidad en cualquier punto del recinto, sobre todo cuando calidad y precio deben cuadrar. Los foros de debate son, y se demostró en la última edición, un elemento vital del certamen. De la estructuración de su desarrollo profesional dependerá también su futuro. Del mismo modo que el volcarse en los sectores emergentes marcando la pauta de los nuevos tiempos. La feria reclama el giro en que trabaja la organización para no perder los valores acumulados que muchos para si quisieran. Para que siga el milagro.