Altos costes de producción están detrás de una mayor escasez de leche que podría revertir en primavera
SOMOS AGRO

La incertidumbre sobrevuela sobre un sector cada vez más volátil
03 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Días antes de la entrada en vigor de la nueva política agraria común (PAC), una fuente autorizada del sector lácteo confesaba en privado que los productores de leche de Galicia nunca antes habían estado mejor. El precio medio del litro en la comunidad en octubre —hasta ayer último dato oficial— llegó a los 0,5309 euros, 17 céntimos más que en el mes de enero y poco menos de lo que costaba en el supermercado un litro de leche de marca blanca a principios del 2021. Ahora la marca blanca, tras la bajada del IVA que entró en vigor el día 1, el precio de un brick de marca de la distribución estaba ayer en el lineal de un supermercado gallego en 91 céntimos.
Aunque el comentario podría resultar chocante debido a la adversa coyuntura económica actual, resulta que la subida de costes de producción _solo la ración completa de una vaca de leche subió un 29 % entre la primera semana de enero y la última semana de noviembre del año pasado_ que han tenido que asumir las ganaderías ya desde antes del estallido de la guerra de Ucrania es una de las razones que explican la escasez de materia prima que ha llevado a las industrias lácteas a librar desde hace meses una batalla de precios en el campo para mantener atados a los productores y asegurar su abastecimiento. Porque aunque en Galicia la producción ha bajado menos que en otras partes de España _el pasado septiembre se produjeron 235 millones de litros, 13 millones menos que el año anterior_, industrias que antes tenían garantizados parte de sus suministros en otras partes del territorio tocaron a las puertas de los productores gallegos a golpe de talonario para compensar los descensos de producción.
El director general de la Federación Nacional de Industrias lácteas (Fenil), Luis Calabozo, explica que para poder soportar su crisis de tesorería muchos ganaderos recortaron raciones o, animados por la subida del precio de la carne de vacuno mayor que superó los cinco euros por kilo canal, se deshicieron de sus vacas menos productivas sin recría suficiente para poder reponer su cabaña. Eso contribuyó a una caída de la producción en el mercado interior, pero también en países que son grandes productores, como Alemania u Holanda. En este último país, por ejemplo, los ganaderos salieron a la calle en junio parar parar el plan del Gobierno de reducir en un 40 % las emisiones de nitrógeno, lo que implicaría la reducción de un 30 % de su cabaña ganadera. No solo vacas, también aves o cerdos.
Aunque parece que la producción de leche comienza a recuperarse y que la importación de leche a través de queso está recuperándose, fuentes del sector explican que la incertidumbre mantendrá esa guerra de precios al menos durante el primer trimestre. Algunas fuentes dicen que habrá que esperar hasta el mes de marzo, cuando comienzan a negociarse buena parte de los contratos, para ver qué pasa con el precio de la leche en origen. Y luego habrá que ver también qué pasa en el lineal.