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La cosecha gallega de Aceites Abril alcanza este año los 30.000 kilos de aceitunas

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa OURENSE

SOMOS AGRO

ALEJANDRO CAMBA

La producción de Colleita Propia se redujo en un 30 % por el tiempo. «La calidad de la oliva es excelente», explican desde la compañía ourensana

22 nov 2022 . Actualizado a las 20:18 h.

La empresa gallega Aceites Abril prevé alcanzar una producción de 30.000 kilogramos de aceituna para la elaboración de Colleita Propia. Se trata de su aceite de oliva 100 % gallega, que llegará a los mercados como una edición limitada de 6.000 botellas de medio litro. Esta cifra, que se confirmará una vez termine la campaña a finales de noviembre, supone una bajada del 30 con respecto al año anterior. «Han afectado la fuerte sequía y altas temperaturas en todo el territorio gallego. A parte de esto, en zonas puntuales en el momento de la floración se dieron malas condiciones como fuertes vientos y lluvias que malograron las flores», explicó Elena Pérez Canal, directora de márketing de la compañía durante una visita a la plantación de San Pedro de Moreiras (Toén).

Pese a la merma en la cantidad, desde el departamento de agro de Aceites Abril apuntan a que la calidad de la oliva es excelente. «Está llegando en muy buen estado, realmente con una apariencia formidable. Hay menos cantidad, pero muy cuidada. Da gusto verla», señalan. En lo que se refiere al rendimiento, varía mucho de una parcela a otra en función de su ubicación o de la posibilidad de riego. «Estos condicionantes harán que el rendimiento de las fincas pueda oscilar entre los 1.000 y 3.000 kilos de oliva recogida por hectárea. Este año las mejores cosechas llegarán de agricultores de la zona de Monterrei, alguna finca de O Ribeiro y Baixo Miño», apunta Alberto Fernández Míguez, responsable del área de Agro.

En Aceites Abril confían en el año 2023 en regresar a los números de campañas anteriores y potenciar el proyecto Colleita Propia. A nivel de consumo, asegura que este aceite 100 % gallego está consolidado. De hecho, en septiembre se agotaron las existencias en fábrica de la cosecha del 2021. Esta línea de Abril arrancó hace más de una década y destaca por ofrecer a los pequeños productores la compra a un precio superior a la media nacional. También se realiza un estudio de viabilidad de sus parcelas, así como asesoramiento técnico y formativo. «Es parte de una firme apuesta y compromiso de la empresa ourensana por este proyecto, a través del cual vertebramos una apuesta por la recuperación de los olivos de Galicia, junto a más de un centenar de productores locales», indicó Pérez Canal.

La compañía ourensana cuenta con unas 140 hectáreas, en manos de un centenar de productores, en las comarcas de Verín, Valdeorras, Quiroga, Terras de Lemos, O Ribeiro, Ourense, O Baixo Miño, O Salnés, Caldas de Reis, Deza y O Carballiño.

Luis Pérez Canal, gerente de Aceites Abril: «Hemos convertido en una fortaleza estar lejos de las zonas de producción»

Aceites Abril no para de crecer. Para ampliar su capacidad inauguró este año una segunda línea de refinado, que le permite llegar hasta las 900 toneladas diarias de aceite envasado. Pese a la inestabilidad generada por la invasión en Ucrania, el gerente de la firma, Luis Pérez Canal, es optimista de cara al futuro.

—Acaban de inaugurar la segunda línea de refinado, ¿qué supone para la compañía?

—Complementa a la ya existente desde el 2015 y nos va a permitir alcanzar una cifra de 900 toneladas diarias de aceite con lo que garantizamos nuestra capacidad de producción para llegar a nuevos mercados, así como avanzar en la calidad y trazabilidad de nuestros productos.

—¿Cuál es el proceso que se sigue desde que llega el aceite a sus instalaciones hasta que sale embotellado?

—El proceso de refinado nos permite eliminar el exceso de acidez, aroma, sabor y color del aceite para convertirlo en apto para el consumo. Asimismo, se mantiene el contenido oleico como ventaja nutricional frente a otros aceites vegetales.

—Cuál cree que fue el punto de inflexión para la compañía en su crecimiento desde sus inicios más humildes?

—Podemos diferenciar claramente tres momentos. El primero en 1997 con el traslado al polígono de San Cibrao das Viñas. En 2004 fue clave la nueva planta de envasado y en el 2015 lo fue la inauguración de la primera refinería y las instalaciones portuarias en Vilagarcía de Arousa, que han sido palanca en la expansión nacional e internacional. Cada hecho en su momento contribuyó a dar un salto hacia adelante e ir consolidando el proyecto poco a poco.

—¿Cuántas veces les han llamado locos por querer hacer del aceite un negocio tan próspero tan lejos de las zonas de producción en Andalucía?

—Si no se conoce la historia llama la atención, pero lo que parece una debilidad se convierte en una fortaleza. Estamos cerca de la costa, donde se encuentran las principales conserveras, y también cerca de puertos importantes que facilitan la exportación.