El consejo regulador prevé duplicar la producción de esa uva blanca en dos años
12 oct 2022 . Actualizado a las 09:20 h.Hay que plantar godello. Un nuevo mantra se ha instalado en las cinco subzonas de la Ribeira Sacra, donde la uva tinta mencía aún acapara el 80% de la producción. Un porcentaje significativo si se tiene en cuenta que son dieciséis las variedades que computan en las estadísticas sobre la cosecha en la denominación de origen. La moda de los vinos blancos no es de ahora, pero este verano las sucesivas olas de calor parecen haber propiciado que se disparase su consumo en Galicia. «Los distribuidores movieron mucha cerveza, vino blanco y aguas. No es la mejor época de los tintos, pero aún así su mercado se resintió», apunta un bodeguero.
Esta circunstancia ha empujado a muchas bodegas a redimensionar la producción de vino que embotellan y vender la uva sobrante a otras que tienen capacidad para digerir los excedentes. La dependencia de Rectoral de Amandi, la mayor empresa de la denominación de origen, se acentúa por ello más si cabe esta vendimia. También contribuye a marcar tendencia, por otra parte, el hecho de que Rectoral haya introducido en su catálogo un blanco de godello desde la pasada campaña. La firma del grupo Bodegas Gallegas pagó este año esa uva blanca a una media de 1,60 euros el kilo.
La cotización del godello sube a 1,80 euros el kilo para los proveedores de Dominio do Bibei. Alguna bodega de menor tamaño llegó a pagar, por otra parte, hasta 2 euros por el kilo de esa variedad, de la que se recogieron esta vendimia 556.355 kilos. La producción cae ligeramente con respecto al 2021 (589.639 kilos), pero hay que tener en cuenta que este año los golpes de calor redujeron la producción de godello en torno a un 30%. De albariño, la segunda variedad blanca en importancia en Ribeira Sacra, entraron en las bodegas esta campaña 75.936 kilos.
La previsión es que en dos años la cosecha supere el millón de kilos
Ribeira Sacra nueve cada año en torno a cuatro millones de litros de vino, de los que dos millones salen de las instalaciones de Rectoral de Amandi. En la denominación de origen conviene, por lo tanto, estar atentos a los movimientos de esa bodega, que recientemente plantó 14 nuevas hectáreas de godello en Quiroga. En esta subzona hay otros viñedos de la misma variedad recién plantados que superan esa superficie. Según los cálculos que maneja el consejo regulador, en el plazo de dos años —cuando esas parcelas entren en producción— la cosecha de godello superará con creces el millón de kilos.
En la vecina comarca de Valdeorras está sucediendo algo similar como consecuencia del desembarco de importantes grupos de fuera de Galicia que apuestan por el godello para la producción de blancos. En Ribeira Sacra la fiebre no es tan fuerte, pro ya hay quien advierte del riesgo de dejarse llevar por las modas. «Todo o mundo di ‘se tivese máis branco'... Pero hai que saber de canto máis falamos», opina el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez.
Ribeira Sacra fue desde sus inicios un referente en los tintos gallegos. La hegemonía de otras denominaciones en lo relativo a los blancos desplazó la producción de ese tipo de vinos a lo anecdótico en el territorio de la viticultura heroica. En 1998, por ejemplo, ya se producía un millón de kilos de mencía y poco más de 73.000 kilos de godello.
La clave, como señala el presidente del consejo regulador, está en adecuar la oferta a la demanda de modo que de mantengan los precios. Para algunas bodegas de pequeño tamaño, hay un margen amplio para incrementar la producción de godello. Rectoral, Regina Viarum o Vía Romana, por el contrario, forman parte de grupos que producen blancos en otras denominaciones.
