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El albariño se abre paso en Villaviciosa

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

SOMOS AGRO

Vides de albariño en Los Viñones
Vides de albariño en Los Viñones

José Cuevas, ingeniero agrónomo y responsable de la plantación de Los Viñones, estudia la posibilidad de que esta variedad vinícola agarre en un concejo de larga tradición sidrera

02 oct 2022 . Actualizado a las 20:04 h.

En un concejo eminentemente sidrero como Villaviciosa está desarrollándose un proyecto orientado a desarrollar vino. Y no un vino cualquiera, sino albariño, asociado de una manera tan indeleble con Galicia y Pontevedra que ya son casi sinónimos. Es en Los Viñones, en la parroquia de Fuentes, donde se está poniendo en marcha esta iniciativa vitivinícola en su fase inicial.  

La finca es propiedad de María Victoria Fernández-Caveda Pérez y la plantación que acoge, en periodo experimental, está dirigida por el ingeniero agrónomo José Cuevas. Explica que el proyecto surge, además de por su formación, por ser «un apasionado de la viticultura. De hecho estoy acabando la tesis doctoral de viticultura». Ahora mismo, en este sentido, se encuentra en un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Pontevedra.

José Cuevas con una botellade albariño Marivi, producido en Villaviciosa
José Cuevas con una botellade albariño Marivi, producido en Villaviciosa

La uva albariño es pequeña, circular, de color verde pálido amarillo y de maduración tardía. El clima atlántico gallego, con sus temperaturas suaves y frecuentes precipitaciones, hace que esta variedad se desarrolle a la perfección, dándole la humedad imprescindible para prosperar. El cultivo de la uva se lleva a cabo en cierta altura, para evitar que la humedad del suelo perjudique a la vid.

Con los datos en la mano, parece ser que «con el calentamiento se está desplazando la vid hacia el norte». Con este movimiento de lo que se conoce como la Línea de Wagner «en Inglaterra, por ejemplo, ya están plantando algún viñedo, cosa impensable hace algunos años». «Sé de la existencia en Cantabria de unas trece bodegas que cultivan albariño y godello, todas en la franja costera y también en el País Vasco», explica José Cuevas.

Sin embargo, «en Asturias no hay ninguna en la franja costera, solo una detrás de la Sierra del Cuera». Desde hacía tiempo era conocedor de la finca Los Viñones, donde «se cultivó la vid hace diez siglos». En este sentido, «en la iglesia de Fuentes hay inscripciones sobre la viticultura en la sacristía». Resalta que «los monjes cultivaban las vides, supongo que variedades tintas, yo estudio variedades  blancas que se adaptan mejor al clima oceánico».

Cuando se puso en contacto con María Victoria Fernández-Caveda Pérez, la propietaria de la finca, «le encantó la idea y decidió que sí». Se trata de un terreno de «5 hectáreas en las que, primero, antes de plantar miramos qué variedades y portainjertos de la vid se daban mejor».

Finca Los Viñones, donde se produce el primer albariño de Asturias
Finca Los Viñones, donde se produce el primer albariño de Asturias

El responsable de la plantación considera que tiene una «orientación y pendiente perfectas». Al inicio del proyecto se probaron «cinco variedades de uva blanca. De albariño, fundamentalmente, en un 85%» y también «gewürztraminer, albarín blanco, riesling y godello». Cuevas explica que «en 1863 de América llegaron vides americanas con la filoxera y mataron casi todas las vides de Europa, por eso se dice que hay viñedos prefiloxéricos». «La viticultura en Villaviciosa es anterior a la sidra, que llega en el siglo XVIII», puntualiza.

En Los Viñones se «coge planta americana, se corta por debajo del tallo y se injerta una vid europea». Ahora mismo su responsable está «obteniendo un poco los resultados de cuáles van mejor, el suelo tiene bastante humedad». La finca está inscrita en el registro vitivinícola «con naturaleza experimental con lo que, de momento, el vino se puede hacer, pero no meter en el mercado».

Aún así, «las primeras botellas de albariño asturiano ya salieron. 400, más o menos. Se llama ‘Mariví’, en honor al nombre de la dueña de la finca». Ahora toca «analizar ph, acidez, grado alcohólico y valorar el posible tema de las enfermedades», para ver si se continúa o no con el proyecto.