La vendimia arranca con prisas en la ribera del Sil y se demora en las viñas de Chantada

Luz verde para una nueva vendimia en la Ribeira Sacra. Desde este jueves se puede recoger la uva en toda la denominación de origen sin necesidad de obtener, como sucedía hasta ahora, una autorización previa del consejo regulador. La recolección, sin embargo, no tiene todavía carácter generalizado y su ritmo varía en función de las zonas. La actividad en los viñedos se centra en las áreas de influencia del Sil, donde habitualmente la maduración del fruto es más precoz. En la vertiente del Miño, por el contrario, la campaña arranca más tímidamente. Rectoral de Amandi, la mayor bodega de la denominación, comunicó a sus proveedores en esa zona que no dará entrada a la producción de sus viñedos como mínimo hasta el 20 de septiembre.

A comienzos de mes, y en vista de los controles de maduración realizados por los técnicos, el pleno del consejo regulador de Ribeira Sacra acordó fijar la fecha del 15 de septiembre para el inicio de la recolección de la uva. Pero no todo el mundo aguarda por ese pistoletazo de salida con carácter general. Adega Algueira fue de las madrugadoras y a día de ayer la mayor parte de la producción ya había entrado en la bodega. «Estamos en vendimia desde principios de mes, siguiendo un orden, como hay que hacer, y saltando de un sitio a otro», explica el propietario, Fernando González.

Las viñas de Algueira se reparten por Doade y otros puntos de la ribera de Amandi, Abeleda y Quiroga. La recolección comenzó por la tinta merenzao, que madura bastante antes que la mencía. Antes de ponerse manos a la faena con esa última uva se vendimiaron las parcelas plantadas con godello, variedad blanca cuya demanda se dispara esta cosecha. El salto de una zona a otra se hace obligado por las diferencias en el ritmo de maduración del fruto, más lento de lo habitual en algunas zonas. Antes del día 15, en toda la denominación se habían recogido 142.000 kilos, entre uvas tintas y blancas.

Montefurado es uno de los parajes donde posee viñedos Algueira y, tradicionalmente, uno de los lugares donde antes madura la uva. Las previsiones se cumplieron en esta parroquia de Quiroga, pero no sucedió lo mismo en otras zonas que también suelen estar listas para ser vendimiada en las primeras semanas de septiembre. La ola de calor, paradójicamente, trajo consigo este año en muchos puntos un retraso en la generación de azúcares de la uva por la escasa hidratación de la planta.

No hay que volverse locos

«Non hai que volverse tolos co inicio da vendima», apunta Pedro Rodríguez, de Adega Guímaro, que tiene previsto abrir este viernes la campaña en sus viñedos de la subzona de Amandi. Las lluvias de las dos últimas jornadas, desde su punto de vista, le vienen muy bien a la uva para conseguir vinos más equilibrados y un mayor rendimiento en los mostos. «Co sol deste verán non se adiantou a maduración, fóra do que pensaba a xente. A uva non é distinta dos tomates ou dos figos, que veñen tamén con retraso por falta de auga», apunta el bodeguero de referencia en las puntuaciones de Parker para la Ribeira Sacra.

Los fuertes contrastes en la maduración movieron al consejo regulador a postergar hasta el ecuador de septiembre el inicio de una campaña que se preveía precoz. Pese al paulatino incremento de la producción propia, Rectoral recogerá la uva de su nutrida cartera de proveedores. Ya está dando entrada a la mencía procedente de viñedos de la ribera del Sil —que paga a una media de 1,20 euros el kilo— y a partir del 20 de septiembre hará lo propio con sus suministradores de Chantada y otras zonas donde de la uva necesita tiempo para la recolección.

Lista fija de proveedores

Tras dos días de lluvia, el sol volvió a calentar este jueves y animó a numerosos viticultores a iniciar una vendimia que alcanzará los seis millones de kilos de uva si se cumplen los pronósticos del consejo regulador,. «Hai algo menos de uva branca, pero a colleita vai estar na liña da do ano pasado. As adegas importantes teñen os seus provedores fixos e manteñen a súa carteira», apunta José Manuel Rodríguez, presidente del consejo regulador de Ribeira Sacra.

Las últimas lluvias, según su criterio, le han venido muy bien a los racimos después de meses de intensa sequía. «Se como foi o caso levanta pronto —añade Rodríguez—, a choiva sempre lle vai ben á uva neste tempo porque esa auga limpa e hidrata as uvas». El presidente del consejo regular incide, por otra parte, en la importancia de fijar las fechas de recolección con arreglo a las particularidades de cada parcela. «A climatoloxía pode facer que unha viña que se vendime dentro de dúas semanas teña mellor uva que a que se recolleu a comezos de setembro», dice.

Bodegas madrugadoras que están fuera de la denominación

Los viñedos de Terra Brava están la ribera de Doade, una de las zonas de viñedo amparadas por Ribeira Sacra. Los vinos con esta marca, sin embargo, no pueden lucir el sello del consejo regulador debido a que las instalaciones donde se elabora están ubicadas en O Incio, fuera del mapa de la denominación de origen. Esta bodega fue posiblemente de las primeras en iniciar la vendimia, que ya estaba en marcha en sus viñas el 31 de agosto. Envínate, bodega ubicada en este territorio pero que no embotella sus vinos con la contraetiqueta de Ribeira Sacra, inició la recolección el 6 de septiembre también en la ribera de Doade.

Dentro de la denominación de origen, Régoa fue —junto con Algueira— una de las bodegas más madrugadores a la hora de dar entrada a la uva. Las viñas de José María Prieto en Amandi comenzaron a vendimiarse el día 8 de septiembre.

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