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Algunos productores de Betanzos han perdido el 100 % de la uva del branco lexítimo

D. Vázquez ABEGONDO /LA VOZ

SOMOS AGRO

Así atacan las velutinas a las uvas. Yaiza R. Lueje y María J. Servia, de Biología de la UDC, indican en su estudio que «la dependencia de los (ejemplares) adultos de fuentes de azúcar genera daños económicos en los sectores frutícolas», ya que muerden los frutos.
Así atacan las velutinas a las uvas. Yaiza R. Lueje y María J. Servia, de Biología de la UDC, indican en su estudio que «la dependencia de los (ejemplares) adultos de fuentes de azúcar genera daños económicos en los sectores frutícolas», ya que muerden los frutos. ANGEL MANSO

La Reserva ayudará a los viticultores por las pérdidas provocadas por las velutinas

31 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Las velutinas van empezando por lo más maduro, el branco lexítimo, y según van madurando van cambiando de variedad», explica el viticultor Lorenzo Bescansa, que reconoce que aún es imposible cifrar las pérdidas, habrá que esperar 15 o 20 días, pero augura que serán del 100 % en el branco lexítimo para algunos productores. Ante los daños causados este año en las cosechas por las velutinas y los jabalíes, una representación de los productores de la Reserva fueron este martes recibidos en Abegondo por el presidente de la entidad, José Antonio Santiso Miramontes, y los técnicos. Del encuentro salió el compromiso de «poñer medios á disposición dos adegueiros da nosa contorna para analizar, detectar e actuar en firme contra esta problemática», remarcó Santiso. Bescansa reconoce que este año «poco podemos hacer, que nos ayuden con las pérdidas», pero cree necesario prepararse para la próxima campaña eliminando nidos y realizando capturas de reinas. En su caso, con fincas en pendiente y vides con poca separación, la opción de instalar mallas es inviable por el trabajo que requiere y por unos costes que tilda de «inasumibles».

Encuentro entre productores, personal de la Reserva y representantes del departamento de Biología de la UDC, que participaron en un estudio para mitigar el impacto de la velutina en los viñedos.
Encuentro entre productores, personal de la Reserva y representantes del departamento de Biología de la UDC, que participaron en un estudio para mitigar el impacto de la velutina en los viñedos. ANGEL MANSO

José Bouzón, de Casa Beade, apuntó que se llegó a acuerdos para un «plan de axudas dedicadas a detectar niños e combatilos», en el caso de la velutina, y se comentó la posibilidad de acogerse a un plan de recuperación de tierras impulsado por la Xunta. Con una producción muy dañada por la avispa asiática y por los jabalíes, se muestra pesimista. «Foi un ano moi duro», admite. Tonecho Meixide, de Bordel, relata que por las condiciones de su explotación, en una única finca y muy controlada, los daños no superan el 10 %. «Quédanme dúas semanas para recoller e poden pasar moitas cousas», dice y apostilla que la mitad de sus males están asociados «ao abandono do rural, se fósemos máis combatíamos doutro xeito».

En la reunión también expusieron Yaiza R. Lueje y María J. Servia, de Biología de la UDC, su trabajo de mitigación del impacto de las velutinas en la bodega Pagos de Brigante, con el uso de mallas antigranizo. Un método, efectivo, pero caro.

Dolores Vázquez

Un nuevo bodeguero de 20 años

Pese al desalentador relato de los productores de la Indicación Xeográfica Protexida Betanzos, hay quien decide apostar por la producción vinícola como futuro profesional. Miguel Pérez Boutureira, de 20 años y natural de Sada, ha decidido retomar una tradición que tenían sus abuelos, pero que no se mantuvo en su familia. Este estudiante de Derecho de la UDC, que hizo la FP superior de Viticultura en Aranda de Duero, ha constituido Bodegas Boutureira. Por el momento ha plantado media hectárea, ya que reconoce que es un negocio costoso. «Invertir en viticultura es caro, porque tienes que comprar derechos, las plantas...», comenta. «Yo pretendo ir ampliando, es difícil saber cuánto se puede producir, pero no voy a primar la cantidad sobre la calidad», comenta. Espera contar con una producción en el plazo de dos años. «Acabo de plantar ahora, pero quizás si consigo fincas plantadas y que estén trabajadas podría estar antes», precisa. «Yo acabo de llegar. Estaba haciendo todo para mí y es la primera vez que me reúno con el sector», comenta Pérez Boutureira, antes de participar en la reunión de la Reserva.