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Diez vacas se retiran de la producción cada día en Galicia

x.r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

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Las granjas optimizan los rebaños por el alto precio de la alimentación animal

01 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alimentar una vaca lechera cuesta, a día de hoy, casi ocho euros de media, dos más que hace justamente un año. Detrás de este fuerte incremento se encuentra tanto el encarecimiento de los precios de los piensos -el kilo pasó de pagarse a 30 céntimos de media en diciembre a los 45 que se abonan en la actualidad-, como el aumento del coste de la producción de forrajes.

Porque el precio de estos últimos se ha incrementado debido al encarecimiento del gasóleo agrícola (ha pasado de los 0,679 euros por litro en julio del 2018 a los 1,619 euros por litro que cotiza en algunas estaciones de servicio de la provincia de A Coruña), los fitosanitarios o los fertilizantes que, en función de su formulación química, han llegado a duplicar e incluso triplicar su precio en solo tres meses.

Pero es que además el estrés hídrico que afecta a Galicia desde hace meses también ha mermado la producción de hierba seca, otro de los alimentos fundamentales del ganado, además de la proteína. Y como comentaban algunos ganaderos de carne hace unas semanas, el problema ya no es ni el precio, es que no hay.

En resumen, que si la alimentación del ganado se llevaba a mediados del pasado año, el 55 % de los costes totales de producción de una granja, actualmente este porcentaje se eleva ya por encima del 65 %.

Esos porcentajes parecen haber tenido consecuencias directas en la cabaña ganadera. Tanto es así que, en tan solo un año, se han retirado de la producción casi 28.900 vacas en el conjunto del estado, lo que implicaría cerca de 80 cada día. De todas ellas, más de 3.600 fueron en Galicia. «As granxas están apostando por optimizar ao máximo os rebaños porque, na maioría dos casos, cos actuais prezos da alimentación, ter máis cabezas non implica maiores beneficios senón mais ben o contrario», apunta el técnico de un grupo de gestión promovido por una de las principales cooperativas lácteas gallegas.

Además añade que está produciéndose otro fenómeno paralelo. Es que los buenos precios que está registrando el vacuno mayor durante la época estival también ha propiciado que se hayan retirado de la producción un buen número de animales. En el mercado ganadero que cada martes se celebra en el Deza las vacas de la categoría extra E y U cotizaron esta semana a una media de 2.021,04 euros.

 Tendencia global

No se trata de una situación exclusiva de España, sino que también se repite entre los mayores productores lácteos a nivel global, un fenómeno que como no podía ser de otro modo se manifiesta en caídas significativas en sus volúmenes de leche producida en lo que que va de año.

En el caso de Alemania o Francia, los mayores productores lácteos del continente, los recortes en las entregas durante el primer cuatrimestre del año fueron del 1,7 y el 1,3 %, en comparación con el mismo periodo del año precedente.

Otro tanto sucede en Estados Unidos _la primera potencia lechera del planeta_ donde no hay que olvidar que desaparecieron algo más de 102.000 reses en el último año y la producción se redujo en algo más de un 1,5 %.

José Manuel Fernández Villar: «Ingresando 300.000 euros gañamos menos que facturando antes a metade»

Con más de 500 vacas en ordeño y una producción superior a los seis millones de litros anuales, SAT Busto Corzón es una de las mayores explotaciones lácteas de Galicia. Una cooperativa, situada en el concello de Mazaricos, que registra una facturación mensual próxima a los 300.000 euros. Una cantidad nada despreciable que, sin embargo, no parece ser sinónimo de elevada rentabilidad, tal y como explica José Manuel Fernández Villar, uno de los tres socios de la entidad.

«Facturamos prácticamente o dobre que hai catro ou cinco anos e, sen embargo, gañamos moito menos diñeiro. A explotación gañou en dimensión co que eso supón de maior traballo e preocupación pero os beneficios caeron de forma espectacular. De feito, gañamos menos agora ingresando 300.000 euros ao mes que cando cobrábamos a metade», apunta este ganadero que reconoce que la fuerte subida experimentada por el precio de la leche se ha diluido completamente debido al incremento experimentado también por los costes de producción.

«O prezo do penso duplicouse en apenas tres anos e o mesmo pasou coa luz ou o gasóleo. No caso dos fitosanitarios ou os fertilizantes multiplicáronse por catro ou por cinco neste período. Subiron moito máis os gastos do que o fixeron os ingresos e así resulta imposible ser rendible e eficiente» sentencia el productor que lamenta el escaso recorrido que han tenido medidas legislativas como el Paquete Lácteo o la Ley de la Cadena Alimentaria que perseguían, precisamente, mejorar la posición negociadora de los ganaderos en lo relativo a los precios de la leche.

«A subida do prezo do leite está motivada pola situación propia do mercado e non polas normas que se puxeron en marcha. A día de hoxe non se está repecutindo no prezo que cobramos o brutal incremento que sufriron os custos, tal e como aparece recollido na Lei da Cadea. Seguemos sendo a parte mais débil da cadea e nin o Paquete Lácteo, nin ningunha das outras normativas que se puxeron en marcha logrou ningún cambio», explica.

 Escasos márgenes

En cuanto a la evolución del sector a corto plazo, Fernández Villar se muestra relativamente optimista: «Neste contexto de recortes da produción e de bos prezos da manteiga ou do leite pó entendo que o prezo seguirá subindo durante os próximos meses. Outra cousa será cando a oferta e a demanda volvan a equilibrarse, como xa ten pasado, que volveremos a prezos baixos».

Ese hipotético escenario dice preocuparle bastante más por las dificultades que tendrán muchas granjas para seguir en activo. «Como baixe o leite, que mais tarde ou cedo baixará, terán que facelo tamén os gastos porque senón a desaparición de granxas pode resultar histórica. A maioría das explotacións estamos a movernos nunhas marxes de rendibilidade tan baixas que, de manterse os custes de produción e recortarse os prezos do leite, as perdas serían cuantiosas», dice.