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Organizaciones agrarias y cooperativas se unen para vigilar que los contratos lácteos cumplan con la ley

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALBERTO LÓPEZ

Unións Agrarias, SLG, Asaga, Fruga y la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca) denuncian la proliferación de ofertas con precios por debajo de costes de producción

04 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Marzo es un mes estratégico para el sector lácteo. Lo es porque se renuevan la mayor parte de los contratos anuales que los ganaderos tienen suscritos con la industria láctea. Según el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, es ahora turno para el 80 % de ellos. Este año, además, marzo llega en un contexto de incremento de costes de producción, sequía y, de propina, las consecuencias de la guerra de Ucrania que amenaza con generar desabastecimiento de materias primas en el mercado. Por todo ello es por lo que las organizaciones Unións Agrarias, el SLG, Fruga, Asaga y la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca) han unido sus fuerzas para crear un grupo permanente de seguimiento de los contratos lácteos para denunciar ante la Administración autonómica aquellos que incumplan la Ley de la Cadena Agroalimentaria, una norma que prohíbe comercializar este producto por debajo de los costes de producción. Un estudio encargado por la administración autonómica fija en 40 céntimos por litro el coste de producción de la leche. De ahí, que ese seguimiento les permitirá formular de forma concreta una denuncia contra todos los primeros compradores que recojan leche en Galicia con un diferencial superior al 15 % sobre el coste de producción que fijó la propia administración autonómica. En este sentido, Roberto García explicó que a los ganaderos que entregan menos de 300.000 litros de leche anuales, que son los que están en una situación más vulnerable, se les paga entre un 17 y un 19 % menos que al resto de la media de Galicia. La idea es que se abran expedientes de forma inmediata cuando se detecte un caso de abuso por parte de la industria. «A lei ten que garantir a viabilidade económica do sector e poder trasladar o prezo de custes á industria e a industria á distribución», dijo García, que recordó que este mes va a crearse la agencia de control de los contratos, la AICA gallega, que estará ligada a un observatorio de costes de producción que permita contabilizar el coste medio de producir un litro de leche. 

Lo que llama la atención de Roberto García es que el Ministerio de Agricultura, aunque tiene contratos de todos los ganaderos, no emprende una investigación de oficio, pese al alto porcentaje (más de un 50 %, como dijo) que no cumplen las condiciones que marca la norma: «O estrato de menos de 300.000 litros, que supón apenas o 23 % do leite» es donde más problemas están teniendo para cubrir costes de producción por los menores precios por litro que les oferta la industria. 

Elías Somoza, de Fruga, incidió en la importancia de la puesta en marcha de una Mesa do Leite, que no se reúne en Galicia desde el 2014, «o que significa que estamos nun momento de indefensión ante calquera proceso de interlocución». Expresó que en la comunidad existen 6.361 explotaciones de leche: son el 56 % de explotaciones de España, y el 40 % de la producción estatal. Destacó que en el pasado enero el precio medio fue de 35,9 céntimos, frente a los 40 céntimos de coste de producción que fijan los estudios de Medio Rural. Valoró positivamente la unión de los representantes sectoriales, que trabajarán por garantizar que no se firmen contratos por debajo de los costes de producción y lograr precios dignos para un sector lácteo gallego, que de lo contrario, ve peligrar su continuidad.

El presidente de Asaga, Francisco Bello, señaló que los costes de producción empeoran día a día, con incertidumbre sobre insumos y fertilizantes. Expuso el ninguneo de ganaderos por parte de industrias que les ofertan contratos que para nada cumplen la Ley de Cadena Agroalimentaria, cuestión que intentarán frenar con las denuncias conjuntas anónimas. Pidió una reflexión profunda a los líderes que se ocupan del agro, para cambiar cuestiones como el mantenimiento de tierras a barbecho por imperativo legal: «Neste momento que necesitamos proteína e insumos, nunha situación que pode empeorar, Europa non se pode permitir ese luxo». Cree así que Galicia va en el camino oportuno de recuperar tierras abandonadas, pero demanda acelerar el proceso.

«Non nos podemos permitir unha explotación de leite menos neste país, porque quedan moi poucas»

Ana Rodríguez, del SLG,incidió en la importancia de que todos los contratos firmados estén por encima de costes de producción, lo que no está ocurriendo. Dijo que la parte productiva está cansada de «contratos lácteos, AICA, OPs, ferramentas que din que están ao noso servizo pero que non se usan». Subraya la existencia de contratos bajo costes de producción de forma escandalosa. Cree que la denuncia conjunta permitirá a los pequeños ganaderos plantar cara a las industrias, frente a unas ofertas que realmente no se negocian. Rodríguez dijo que en tiempos de costes de producción absolutamente cambiantes, debieran establecerse mecanismos en los contratos para variar los precios en función de lo que varíen los costes de producción. «Non nos podemos permitir unha explotación de leite menos neste país, porque quedan moi poucas».

Y en la práctica, es lo que sucede con los precios que se fijan por litro, señalan desde el sector. Los ganaderos con las mayores explotaciones puedan cubrir costes de producción, pero quienes tienen menos volumen de producción, que son mayoría (3.600 explotaciones gallegas están por debajo de los 200.000 litros, frente a menos de 1.000 que superan los 700.000) se quedan en 34-35 céntimos por litro. En esas pequeñas explotaciones «é onde se está facendo a verdadeira escabechina de prezos, con 6 céntimos por debaixo do custe de produción. Dalgún xeito, permitimos que sexa a industria a que estea facendo a reconversión en Galicia, decidindo que explotacións teñen que cerrar e poñéndoas fóra do mercado», expresó Roberto García. Ana Rodríguez corrobó que los precios medios de la leche esconden una horquilla de valores muy amplia.