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La Xunta califica como un «novo fito» que Galicia esté libre de tuberculosis bovina

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

SOMOS AGRO

Ana Garcia

Sugiere a los ganaderos mantener la guardia sanitaria a través de los programas oficiales y evitar la entrada de reses externas a las explotaciones

26 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consello da Xunta conoció este jueves un informe de la Consellería do Medio Rural en el que se recoge la declaración formal de Galicia desde principios de noviembre como zona oficialmente libre tuberculosis bovina para la totalidad del territorio por parte de la Comisión Europea, al cumplirse los requisitos establecidos para tal fin por la normativa comunitaria. El reconocimiento se solicitó en abril para las provincias de A Coruña, Lugo y Ourense, ya que la de Pontevedra ya lo había obtenido en el 2019. La consecución, concluye el Gobierno gallego, supone una identificación de la comunidad como la región española con el mayor censo de explotaciones bovinas y líder en el sector lácteo, sino también con el mayor estatuto sanitario en relación con las enfermedades sujetas a programas oficiales de erradicación. Esto se traduce en una posición de «clara vantaxe comercial nacional e internacional» y referente consolidado en el mercado interior. 

Medio Rural atribuye este «novo fito» al esfuerzo realizado por la Administración gallega, por los servicios veterinarios y por los propios ganaderos. Con el fin de mantener esta situación en el tiempo, la Xunta recomienda a los profesionales integrarse en la Asociación de Defensa Sanitaria Gandeira, para así llevar a cabo programas complementarios que garanticen la seguridad de la explotación. Además, aconseja evitar, en la medida de lo posible, la entrada de reses externas, apostando por la recría de reses en la propia granja como opción más conveniente. 

Para alcanzar la erradicación fue clave el diagnóstico anual a todos los bovinos mayores de seis semanas, que es sufragado por la Xunta y corre a cargo de personal veterinario especializado. En el caso de que se despierte la sospecha en una granja, se realiza un estudio epidemiológico individualizado con el objetivo de decidir el destino de esos animales sospechosos y las restricciones de las explotaciones. En el caso de aplicar el sacrificio de algún animal los ganaderos son indemnizados con una ayuda que hasta ahora era cofinanciada por la UE.