Patrocinado porPatrocinado por

El porcino no logra aguantar la factura de meses sin repercutir el alza de costes

m. cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

MARCOS MÍGUEZ

Los productores gallegos cobran por lechón 11 euros menos de lo vale criarlo

23 nov 2021 . Actualizado a las 15:17 h.

El asunto es complicado. A veces difícil de entender. El caso es que cuando se juega en un mercado global, países como China acaban convirtiéndose en un flautista de Hamelín capaz de seducir a cualquier sector con su gran potencial de compra. Cuando la peste porcina africana (PPA) hirió de muerte al sector porcino de ese Estado, el resto del mundo se dejó llevar por su voracidad importadora. Los precios del cerdo de capa blanca subieron como la espuma, arrastrando también las cotizaciones en la lonja de Lérida, el mercado de referencia para el sector porcino español. En diciembre del 2019, justo antes del estallido de la pandemia, el coste de los gorrinos criados en Galicia había subido un 30 %.

Pero China, la historia lo muestra, tiene la capacidad de resurgir como un ave fénix. Su sector porcino no iba a ser menos. Una vez recuperado —o eso parece—, los chinos frenaron las importaciones supuestamente porque volvían a surtirse de cerdo de su basto kilómetro cero (China es un país con una superficie de 9,5 millones de kilómetros cuadrados). Este giro enturbió el espejismo exportador de un sector que había soportado mucho mejor que otros la pandemia. Pero ahora, en Galicia, al igual que en el resto de países de la UE, el sector de la carne de cerdo de capa blanca está contra las cuerdas. Eso dicen los productores.

El problema es que, al igual que ocurre con la leche, es uno de los que soportan el despegue del rural. Porque las granjas de cerdos tienen un efecto directo sobre la economía de los pequeños concellos en los que suelen asentarse las granjas. De hecho, en la interprofesional del porcino (Interpoc) manejan el dato de que la producción de cerdos en municipios de menos de 5.000 habitantes se ha incrementado un 13 % en la última década. Porque de las 1.448 granjas que existen en Galicia, 631 están en esos concellos. La cuestión ahora es saber qué va a pasar como esta coyuntura acabe prolongándose.

«Levamos catro meses facturando por debaixo de custes. Xaneiro, febreiro e parte de marzo foron bos; a partir de aí a decadencia foi brutal», explica José Antonio Vidal, presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor). «Resulta impensable como están os prezos agora», dice. Porque, como explica, «criar un leitón de 20 quilos saíanos a 40 euros e estábano pagando a 29. Bota contas. En xullo estancouse o prezo entre 27 e 29 euros porque de aí non pode baixar máis, pero é que crialo agora custa 8 euros máis».

También sufre el integrador

Pero al integrador que compra esos lechones tampoco le va mejor. «Cebalo pode estar en 1,15 euros por quilo en vivo, e estanlle pagando entre 0,94 e 0,96 euros», dice Vidal. Llegó a marcar un techo de 1,6 euros por kilo vivo. A esos bajos precios que obtienen habría que sumar también el cargo del matadero. Porque, al parecer, impone penalizaciones en función del peso del animal. «Quérenos entre 70 e 90 quilos; os cochos de menos peso teñen penalización e descontan cartos. Os de máis diso tamén», explica.

La cuestión ahora es ver qué pasará con China. El pasado 12 de noviembre, Interporc participó en unas jornadas sobre las rutas comerciales España-China, un encuentro en el que el responsable de este colectivo, Manuel García, solicitó al Embajador de China en España, Wu Haitao, «agilizar algunos trámites administrativos, como las autorizaciones para comercializar en China otros subproductos que nos demandan clientes de ese país».

El mensaje de Interporc, con todo, fue optimista. En los ocho primeros meses del 2021 el mercado chino continúa manteniéndose como el principal cliente del sector porcino de capa blanca español. Entre enero y agosto las exportaciones alcanzaron las 982.372 toneladas y los 2.200,2 millones de euros.