Tres organizaciones ecologistas presentan en Europa el Atlas de la Carne, un informe que aboga por reducir el consumo de productos de origen animal y pone en el punto de mira a la ganadería industrial
10 sep 2021 . Actualizado a las 17:08 h.El consumo de carne está de nuevo en el punto de mira. El Atlas de la Carne, un informe elaborado conjuntamente por Amigos de la Tierra Europa, la fundación alemana Heinrich Bööll Stiftung y la ONG Bund füür Umwelt und Naturschutz (Federación para el Medioambiente y la Conservación), vuelve a poner en entredicho los sistemas de producción más intensivos por el impacto que tienen en el medio ambiente. El documento calcula que la producción de este producto aumentará en 40 millones de toneladas en el año 2029, alcanzando los 366 millones de toneladas anuales, y que los patrones actuales de consumo de carne en Europa son insostenibles en términos de salud y medio ambiente, informa la agencia Efe. Por eso propone reducir al menos en una cuarta parte la producción y el consumo de productos de origen animal.
El documento deja claro que, pese a que cada vez hay un consenso más amplio sobre la necesidad de reducir el consumo de carne para proteger la biodiversidad y el clima, los países aún no están tomando medidas para impulsar ese cambio, que los más jóvenes sí parecen apoyar. «Ningún país del mundo tiene una estrategia para reducir la producción o el consumo de carne», lamentó Christine Chemnitz, de la fundación Heinrich Bööll Stiftun. Preocupa, sobre todo, el impacto sobre el medioambiente que tiene esta actividad, teniendo en cuenta que la producción industrial de ganado y el cultivo de soja para fabricar piensos figuran entre los principales factores causantes de la deforestación. Tampoco Europa se libra de las críticas de este informe, pues considera que no ha adoptado de momento la acción política necesaria para la transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible. «Ni la Política Agrícola Común (PAC), ni la estrategia 'De la Granja a la Mesa' son suficientes para resolver el problema», señaló Stanka Becheva, de Amigos de la Tierra Europa. Es más, el documento muestra su preocupación por el acuerdo de libre comercio alcanzado con Mercosur, un pacto, dice , que «aumentaría la producción de carne y la deforestación y la violación de derechos humanos en Sudamérica».
Cambio de tendencias
Hoy en día, en la UE, los españoles son los que más carne comen según el informe, seguidos de los portugueses y los alemanes, mientras que los eslovacos y los búlgaros están en el extremo opuesto. Hay pocos datos fiables sobre el número de vegetarianos, veganos y flexitarianos (vegetarianos flexibles que en ocasiones comen carne) en Europa, aunque parece que las cifras están aumentando. En general, dice el estudio, los adultos jóvenes parecen están dispuestos a emprender el camino del cambio hacia unas dietas más sostenibles.
Alternativas
La «carne» de origen vegetal se ha consolidado en los últimos años como una alternativa cada vez más potente, con un destacado crecimiento de mercado, mientras que la producida en laboratorio, en la que trabajan de momento pequeñas empresas innovadoras, no se encuentra aún en los supermercados. Aunque el informe explica que los sustitutos de la carne a base de plantas son en general mucho más respetuosos con el medioambiente (su producción implica la emisión de menos de gases de efecto invernadero y requieren menos agua y tierra), también matiza que no obstante suelen ser alimentos altamente procesados y que contienen muchos aditivos. Y aunque la carne producida en laboratorio podría ayudar a reducir la cantidad de animales criados, de momento no está del todo claro si los beneficios estarán a la altura de las expectativas en materia de sostenibilidad
Amigos da Terra, contra la ganadería industrial
Del documento se ha hecho eco Amigos da Terra en Galicia, que quiso dejar claro que las críticas se refieren a la ganadería industrial y no a los pequeños productores, de los que Galicia tiene una amplia representación. La formación considera que Europa debe poner fin al sector cárnico industrial para frenar la crisis climática y de biodiversidad, pues este es el responsable del 21 % de las emisiones globales. Es más considera que es «un dos principais culpables da crise ecolóxica, climática e de biodiversidade á quie se enfronta a humanidade», pues el atlas recoge datos como que el 75 % de las tierras agrícolas se utilizan para cultivar pienso con el que alimentar al ganado o para criar animales.
«Cada vez hai máis evidencias de que a gandería industrial está impulsando o colpaso do clima e a biodiversidade e poñendo en perigo a vida das persoas en toda a cadea de subministración, tanto no campo como nas fábricas», explica Stanka Becheva, responsable de Agricultura de Amigos da Terra Europa. La organización considera que «os responsables políticos europeos teñen o deber de protexer o interese xeral e deixar de compracer aos agronegocios. É indispensable que actúen para apoiar aos pequenos agricultores e promover un cambio a unha dieta climática con menos e mellor carne, así como máis alimentos sans e de orixe vexetal», añade Andrés Muñoz, responsable de Soberanía Alimentaria de esta entidad.
Amigos da Terra reclama una legislación sólida, que ponga fin a los daños ocasionados por las grandes multinacionales cárnicas en sus operaciones en todo el mundo. También considera fundamental detener las subvenciones que la PAC proporciona a la ganadería industrial, que ascienden a miles de millones de euros. Además, exige una apuesta decidida por la producción ganadera extensiva y a pequeña escala, lo que ayudará también a mantener vivo el mundo rural.