Patrocinado porPatrocinado por

«En Galicia é raro que se cacen especies en perigo de extinción»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

César Álvarez, cabo primero y jefe de la patrulla del Seprona en A Coruña

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Como norma xeral, hoxe en día todas as normas de caza se respectan bastante e, de feito, o número de denuncias baixou moito», asegura César Álvarez, del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Es más, considera que ni siquiera «temos moito problema de furtivismo». Explica que las infracciones más comunes son las denuncias porque los cazadores están demasiado cerca de las viviendas o de polígonos. Si hablamos de delitos, en cambio, el problema suele estar en utilizar métodos como el veneno o el lazo para deshacerse de animales que están ocasionando daños, como el lobo o el jabalí.

«Os tecores se autoxestionan moi ben e presentan os seus plans anuais á Xunta para dicir cando van cazar e que especies», argumenta el responsable de la patrulla coruñesa. Además, «están cada vez máis ao día da normativa e a norma vaise cumprindo». Asegura que los principales problemas con los que se encuentran son casos aislados de vecinos que se quejan porque oyen a los cazadores muy cerca o porque estos se han salido de los límites que tienen marcados. «Iso é perigoso no exercicio da caza maior, onde se utiliza munición de máis alcance», añade.

Relata, además, que la gente confunde una infracción administrativa, como la de no tener al día la documentación necesaria, con los delitos, que implican que, por ejemplo, se cacen especies que están protegidas. «Aquí é moi raro que se cacen especies ameazadas ou en perigo de extinción», sostiene. Con lo que más se encuentran es con infracciones del artículo 336, que pena la utilización de métodos de caza no selectivos, como el lazo o el veneno. «Aquí o que máis se utiliza é o lazo, polos danos que o xabaril ocasiona aos cultivos, tamén polo raposo. O veleno está máis enfocado ao tema do lobo ou a cans que están en estado salvaxe», asegura. En su opinión, no hay un problema con el furtivismo «porque non xera cartos, aquí non hai pezas de caza maior que dean ganancias por iso non hai un problema grave», sostiene.

El control sobre la actividad cinegética se realiza de forma rutinaria o porque reciben las quejas de algunos vecinos. En ambos casos se comprueba siempre la identidad del cazador y que tiene toda la documentación en regla. Se revisa la relativa al arma y también a los permisos que tiene que llevar el cazador, desde seguros a licencias. También se comprueba que las armas no estén modificadas o que no puedan disparar más cartuchos de los permitidos. Aquí pueden encontrarse con que algunos cazadores utilizan postas, un tipo de munición que está prohibido y que a veces se emplea, sobre todo, en caza mayor.