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Christie´s pone a la venta la primera botella de vino envejecida en el espacio

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

cedida

El Burdeos Pétrus 2000 pasó catorce meses a bordo de la Estación Espacial Internacional

13 may 2021 . Actualizado a las 09:30 h.

La primera botella de vino que ha envejecido en el espacio está ya a la venta. La prestigiosa casa de subastas Christie's comercializa un Pétrus del 2000 que ha pasado catorce meses a bordo de la Estación Espacial Internacional, siendo esta la primera vez que el vino viaja al espacio y regresa a la tierra tras haber envejecido en un ambiente cuidadosamente monitoreado y controlado. La iniciativa forma parte de una serie de experimentos puestos en marcha por la firma Space Cargo Unlimited, que busca conocer los efectos de la microgravedad en sistemas biológicos complejos para encontrar soluciones a la viticultura y la agricultura del mañana. 

El proyecto se puso en marcha en noviembre del 2019. Entonces, doce botellas del Burdeos Pétrus fueron enviadas a la Estación Espacial Internacional. No regresaron a la tierra hasta el 14 de enero de este año, poniéndose entones en marcha un programa de investigación y análisis que todavía se demorará durante los próximos años. La elección de este vino no fue casualidad. Los investigadores tuvieron en cuenta que se trata de un monovarietal que cuenta con una amplia historia documentada, lo que permite medir los efectos del tiempo que el vino permaneció en el espacio. Además, la cosecha del año 2000 también ofrece una estructura ideal para este experimento. 

Análisis sensorial

El primer análisis de estas botellas espaciales tuvo lugar el pasado 1 de marzo en el ISVV (Institut des Sciences de la Vigne et du Vin) de Burdeos, que organizó una cata organoléptica dirigida por Philippe Darriet, director de la Unidad de Investigación Enológica del Instituto. Un panel de 12 personas, incluidos 5 catadores familiarizados con catas profesionales, realizó una cata para describir el vino terrestre y el vino espacial según criterios visuales, gustativos y olfativos. 

«Por unanimidad, los dos vinos fueron considerados grandes vinos, lo que significa que a pesar de la estadía de 14 meses en la estación espacial internacional, el vino espacial fue muy bien evaluado sensorialmente», explica Philippe Darriet. Añade que «se percibieron diferencias en el color de los vinos. En cuanto a los componentes del aroma y el gusto, los dos vinos se describieron con un rico vocabulario que da fe de una notable complejidad olfativa y gustativa; Se destacaron especialmente las dimensiones sensoriales de dulzura, armonía y persistencia». 

Junto a las doce botellas de Petrus, 320 vides pasaron también 10 meses en la Estación Espacial Internacional y regresando a la Tierra el 14 de enero.Estas plantas fueron sometidas a un análisis microscópico detallado y se plantaron unos días después de su regreso a la Tierra en los invernaderos del ISVV, donde fueron estudiadas por Stéphanie Cluzet, directora del Programa de Investigación. Explican en Space Cargo Unlimited que después de unas semanas, los efectos de la ausencia de microgravedad en los sarmientos ya son visualmente perceptibles: los brotes y el crecimiento se observan mucho antes que en las cañas que permanecieron en la Tierra en condiciones similares.

A la venta

Ahora, la sala de subastas Christie's pone a la venta una de estas doce botellas con el objetivo de recaudar fondos para poder seguir avanzando en esta investigación. «Esta botella de Pétrus 2000 marca un paso trascendental en la búsqueda por desarrollar y obtener una mayor comprensión en la maduración del vino. Christie's se complace en traer esta primera botella al mercado y en apoyar a Space Cargo Unlimited para continuar con su investigación», explica Tim Triptree, director internacional del Departamento de Vinos y Licores de la casa de subastas. «Después de pasar casi 440 días en el espacio, o el equivalente a 300 viajes a la luna, el legendario vino de Burdeos regresa tras haber sido transformado de una manera que está, literalmente, fuera de este mundo» añade Nicolas Gaume, cofundador de Space Cargo Unlimited. La botella se comercializa en un baúl único, imaginado y elaborado a mano por la Maison d'Arts Les Ateliers Victor de París e incluye un decantador, vasos y un sacacorchos hecho de un meteorito.