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Arranca la campaña de ensilado de hierba en más de ocho mil fincas de Barbanza

Xoán R. Alvite MAZARICOS / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALVITE

El buen tiempo de esta primavera propicia una cosecha de forraje de excelente calidad

09 abr 2021 . Actualizado a las 09:42 h.

Tractores, cosechadoras, segadoras rotativas, hileradores, arados e incluso sembradoras forman parte del incesante desfile de maquinaria agrícola que se registra durante estos días en municipios como Mazaricos, Outes o Lousame, donde el buen tiempo ha propiciado el comienzo de la campaña de ensilado de la hierba. Está previsto que durante el presente mes se recolecten en la comarca de Barbanza más de 2.500 hectáreas de forraje repartidas en más de 8.000 fincas, un trabajo muy laborioso pero que garantiza buena parte de la alimentación del ganado para el resto del año.

El buen tiempo que se registra desde el final del invierno ha posibilitado que el forraje sea de una excelente calidad, si bien, precisamente, esa falta de agua ha provocado que la cosecha no sea tan abundante como en ejercicios precedentes. «Moitas veces, como sucede este ano, hai que sacrificar a cantidade en favor da calidade. Non hai tanta herba como houbo noutras ocasións, pero a calidade é moitísimo mellor. O que buscan as granxas é alimento de calidade e a herba deste ano vai ter unas porcentaxes de proteína das máis altas dos últimos tempos», explican desde el departamento técnico de una de las principales multinacionales de venta de semillas a las explotaciones.

El proceso

El proceso de ensilado comienza con la recolección de la hierba mediante unas enormes segadoras rotativas enganchadas al tractor -hay máquinas con un ancho de corte de hasta nueve metros- que la deja en hileras. Posteriormente, para facilitar su secado y deshidratación, se esparce por la finca con un rastrillo mecánico. Tras día y medio al sol se vuelve a colocar en hileras y se recoge con una moderna cosechadora que la pica en trozos de unos tres centímetros de longitud que facilitan su compactación y conservación sobre una plataforma de hormigón entre paredes dentro de la propia explotación.

Una vez terminados los trabajos, el silo se cubre durante unos dos meses con un protector plástico que evita la entrada de luz y aire y propicia su fermentación dejándolo listo para que sirva de alimento a las reses.

Los ganaderos contratan buena parte de estos trabajos a empresas de servicios especializadas que poseen maquinaria de gran tamaño con la que son capaces de recolectar enormes cantidades de terreno en poco tiempo. Así, una moderna cosechadora consigue ensilar una superficie equivalente a más de quince campos de fútbol en una jornada normal. Su precio en el mercado puede llegar a superar los 400.000 euros y su precio por hora de trabajo ronda los 240 euros.

La época de mayor actividad

Esta es la época del año con mayor actividad en el campo barbanzano. De hecho, desde ahora y hasta finales de junio, siempre y cuando el tiempo lo permita, apenas habrá pausa en las fincas, donde se sucederán los trabajos de recolección, fertilización y siembra.

Así, en muchas de las parcelas en las que ahora se está segando la hierba, en poco más de un mes estará sembrado ya el maíz, el principal alimento sobre el que se sustenta la alimentación de las vacas lecheras. De ahí, que cuanto antes se realice un trabajo, antes quedará listo el otro y más tiempo tendrá la planta para desarrollarse y, por tanto, para crecer más y dar más cantidad de alimento. Sin embargo, antes de la siembra del grano, habrá que abonar el terreno y ararlo, unas tareas para las que es necesaria cierta estabilidad atmosférica.

En otros casos, las mismas fincas de las que se está retirando estos días el forraje darán en tres semanas un nuevo corte de hierba, tras la aplicación de una buena capa de purín y de un abono rico en nitrógeno. Este pasto se volverá a ensilar o bien se secará para convertirlo en grandes pacas de heno que servirán de comida al ganado durante los meses invernales.

El objetivo de las ganaderías de la zona es aprovechar al máximo el buen tiempo para conseguir de las parcelas la mayor cantidad posible de alimento evitando así la compra de comida foránea.