Productos cárnicos y vegetales continúan vendiéndose, aunque notan el cierre de la hostelería
09 feb 2021 . Actualizado a las 09:53 h.Cercano ya el entroido, los cocidos mandan en las costumbres gastronómicas durante varias semanas, y este año, marcado por el covid-19 y por sus consecuencias, parece similar, aunque con un matiz. Las ventas se mantienen en pequeñas tiendas y en supermercados, mientras que el cierre de los negocios de hostelería es un golpe que acusan los que tienen esos establecimientos entre sus principales clientes. Lo que también parece claro es que la demanda de algunos productos típicos de la provincia de Lugo está muy asentada en compradores que viven fuera de Galicia.
Entre quienes recalcan el interés de consumidores de Madrid por productos como el butelo y otros también elaborados con carne de cerdo está Iria Fernández, de Casa Castelao. Destaca que el negocio, con sede en A Fonsagrada, vende a tiendas y a grandes superficies y ha iniciado la distribución por Internet, con resultados que son satisfactorios: «Estamos teniendo demanda», afirma.
La cadena de producción tiene varias líneas, puesto que, por ejemplo, se envasan productos con carne de porco celta o sello ecológico, elaborados con animales criados en varias comarcas lucenses. La empresa, por el contrario, apenas distribuye mercancía a negocios hosteleros.
Mari Sánchez, de Embutidos Suarna, muestra una impresión parecida. Los pedidos de diversas zonas de Galicia, así como de Madrid y de Barcelona, son habituales, dice Sánchez. El peso de la emigración a Cataluña ha sido notable en Navia de Suarna y en otros municipios de Os Ancares, lo que explica esa demanda. Butelos, androllas, chorizos y otros derivados porcinos tienen salida. «Do cocho, todo», comenta con buen humor.
En su negocio, que está a punto de iniciar la distribución por Internet, sí se ha notado que las restricciones a la movilidad impuestas por el coronavirus repercuten en el ámbito más cercano. La tienda, situada en Navia de Suarna, acusa la falta de clientes de otros municipios durante los fines de semana.
Los grelos también parecen venderse bien. José Manuel Fraga tiene fincas con este cultivo en municipios como Vilalba, A Pastoriza o Ribadeo, y prevé acabar la campaña tras haber recogido verdura en unas 50 hectáreas. La gran parte de la producción se queda en Galicia, e incluso el tiempo de este año, con heladas y días fríos, ha ayudado a una cosecha que, dice, será mejor que la del 2020.
En cambio, hay negocios que sí notan el cierre hostelero. El fonsagradino José Luis Pérez (Embutidos Buenavista) asegura que sin actividad hostelera es difícil vender productos como la cacheira y que la falta de temporada de cocido en restaurantes de la zona se refleja en una evidente bajada de la distribución. Javier Miranda (de Hortícolas Miranda, de Riotorto) comenta que está distribuyendo menos grelos que el año pasado.