Patrocinado porPatrocinado por

Las obligaciones de quien vaya a plantar patata en los últimos 9 concellos donde se levantó la prohibición

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO VIVEIRO / LA VOZ

SOMOS AGRO

BASILIO BELLO

Medio Rural seguirá haciendo control de la polilla y será necesario cubrir una declaración del cultivo

30 dic 2020 . Actualizado a las 10:46 h.

El pasado 19 de noviembre desde la Xunta se comunicó el levantamiento de la prohibición de plantar patata en otros nueve ayuntamientos de las provincias de A Coruña y Lugo afectados por la polilla guatemalteca (Tecia solanivora povolny). Pendientes de que la medida se haga efectiva una vez sea publicada en el DOG, desde la consellería avanzaban que se podrá volver a cultivar en Cariño, Ortigueira, Neda, Lourenzá, A Pastoriza, A Pontenova, Riotorto, Ribadeo y O Valadouro al no haberse registrado ninguna captura de polilla en los dos últimos años. Estos concellos dejan de ser zonas infestadas y pasan a englobarse como zona tampón. Se permite el cultivo, pero se hará un seguimiento exhaustivo de las plantaciones.

Además, las personas que decidan plantar tienen que notificarlo a la Consellería de Medio Rural. Deberán cubrir un modelo de declaración de plantación, que podrán encontrar en los diferentes servicios de la Administración y enviarlo a la consellería (registro presencial o telemático). Deben hacer constar la superficie que se va a plantar, dónde está ubicada y quién es la persona responsable de la misma. No será necesario especificar los kilos que se siembran. Los interesados también deben saber que para cumplimentar este trámite tienen como fecha máxima hasta el 1 de abril. Las fincas en las que no se comuniquen las plantaciones serán consideradas ilegales.

Las declaraciones permitirán a la consellería saber exactamente cuántas plantaciones existen. Es un dato relevante para la Administración, que mantendrá medidas de control y vigilancia previstas en la legislación para controlar la expansión de la polilla.

Vigilancia

Desde Medio Rural recuerdan que controlarán especialmente las plantaciones incluidas en zona tampón. Las labores de vigilancia y seguimiento las continuará realizando personal de Tragsatec, que habitualmente hacen tareas de control en el campo, y los técnicos de la Xunta serán los encargados de realizar levantamientos de actas en el caso de incumplimiento de la normativa. No se descarta tampoco que con el tiempo se llegue a activar un control con drones para lograr una vigilancia más exhaustiva. En este sentido, recuerdan que la ley de sanidad vegetal contempla que 3.000 euros es la cantidad mínima para una falta tipificada como grave.

Desde la consellería también avanzan que, tras reabrir estos nueve concellos a la plantación de patata, si finalmente se diera el caso y se detectara la presencia de la polilla en los próximos meses, se irían cerrando zonas por lugares o parroquias por un período de dos años.

«As cousas van mellor no control da praga. Foi moita xente a que se implicou e deixou de plantar»

El jefe del Servizo de Sanidade e Produción Vexetal de la consellería, Víctor Novo Vázquez, destaca que se han registrado avances en cuanto al control de la plaga. Asegura que de los 34 concellos en los que se prohibió inicialmente plantar para intentar frenar el avance de la polilla, ahora solo quedan quince ayuntamientos gallegos infestados en los que aún no se puede cultivar este tubérculo. «As cousas van mellor no control da praga grazas a todo o esforzo que fixo e que está a facer moita xente de acatar as directrices», explicó Víctor Novo, que aplaudió la responsabilidad de quien es consciente de que con una mala acción individual se puede perjudicar a un concello entero e incluso a zonas grandes productoras cuyas economías se sustentan en el cultivo de patata: «Foi moita xente a que se implicou e deixou de plantar. É unha praga moi específica: se non hai pataca, non hai praga. Creo que imos polo bo camiño grazas á implicación da xente». Además de no cultivar, también resultó efectivo limpiar y desinfectar a conciencia espacios donde se acumulaban semillas o tubérculos.

Novo recordó que la comisión de seguimiento nombrada en su día mantiene al menos dos reuniones al año (la próxima será en abril o mayo) en las que se analiza la situación y se valora en qué concellos o territorios se puede levantar la prohibición o en cuáles debe seguir. De forma complementaria a la vigilancia, hay repartidas unas 1.400 trampas de polilla en lugares estratégicos distribuidos por toda Galicia.

¿Depende de la variedad?

Con respecto a las diferentes variedades que se siembran de patata en suelo gallego, desde la consellería se hizo en su día un ensayo para saber si alguna de ellas era más resistente a esta plaga. El jefe del servicio indica que el estudio concluyó que no hay resistencia mayor en una variedad con respecto a otras.