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«Los ganaderos son grandes aliados contra incendios si se hacen bien las quemas»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

SOMOS AGRO

Merino recalca que las quemas pueden favorecer a las plantas herbáceas, porque las cenizas enriquecen el suelo
Merino recalca que las quemas pueden favorecer a las plantas herbáceas, porque las cenizas enriquecen el suelo ALBERTO LÓPEZ

Agustín Merino, catedrático del campus lucense, defiende los valores del bosque

11 dic 2020 . Actualizado a las 19:54 h.

Merino es especialista en restauración de espacios degradados por su condición de catedrático de Edafología, que imparte en el campus de Lugo ciudad. Esa cuestión está presente en un proyecto internacional, Facing Fire, que coordina en la USC con profesores de otros países. El campo de trabajo no se limita al universitario, sino que va dirigido también a entidades y a empresas relacionadas con el sector forestal.

-«Cuando un monte se quema, algo tuyo se quema». Ese era, hace décadas, el eslogan de una campaña que pretendía sensibilizar a la población de la gravedad de los incendios. ¿Sigue siendo válido ese mensaje?

-Claro que es un mensaje válido, y cada vez más. Cada vez es más necesario implicar a la población en el problema de los incendios. En los últimos años se ha avanzado mucho tanto en prevención como en restauración de espacios degradados, pero eso no se ha reflejado mucho en un descenso de la superficie quemada. Hay algunos momentos, como ocurrió hace algunos años en Portugal y en Grecia, en que la situación llega a complicaciones serias. Lo que queremos es transmitir conocimiento a la sociedad, y queremos que sean las futuras generaciones -de ingenieros forestales, de biólogos, de profesores, etcétera- las que reciban la formación. Queremos que tengan las herramientas más actualizadas, pero también que haya más sensibilización sobre este problema.

-¿Qué es lo peor de los incendios: el daño ambiental, el económico, el social...?

-Hay de todo. En primer lugar, desde el punto de vista ambiental, un incendio hace que vuelva al punto de partida un ecosistema de 500.000 años. El impacto sobre la vegetación y sobre los animales es enorme: si se destruye el suelo, esa flora y esa fauna no vuelven a recuperarse. Estamos en otoño, han llegado las lluvias, y el suelo que estaba dañado por incendios se está perdiendo: me refiero, por ejemplo, a zonas del sur de Ourense. Todos los años pasa lo mismo: un verano cálido genera incendios, y luego vienen lluvias fuertes, a veces torrenciales, que arrasan el suelo. Si tenemos en cuenta la actividad económica, en zonas donde se estaba generando un beneficio, sea de madera o de miel, se elimina esa riqueza. No debemos olvidar el problema del agua. En O Xurés hay agua de zonas afectadas por incendios que va a embalses: se acumulan ahí, por lo que cada vez se paga más por depurar esas aguas. En cuanto al daño social, los que tienen sus plantaciones y viven del monte directa o indirectamente ven que ese mundo se viene abajo.

-¿Cuál es la riqueza del monte: su función de hucha de que la que se puede echar mano en algún momento, su valor ambiental, su riqueza paisajística...?

-Todo eso es el monte. Tras haber humanizado un paisaje, el monte es la muestra de la biodiversidad que queda. No olvidemos que el 50 % de las emisiones de efecto invernadero proceden de la actividad agrícola y forestal, y todo ese dióxido de carbono se podría neutralizar si los bosques tuviesen más capacidad. Por otro lado, esta sociedad tiene, por ejemplo, necesidades paisajísticas que el monte puede aportar. Muchos proyectos que se realizan para proteger el bosque se basan en su valor ecológico. Un bosque bien conservado es un activo turístico y económico de primer orden.

-Ha habido tensiones entre usos ganaderos y forestales en el monte. ¿Cómo compaginarlos?

-España, con Irlanda, es uno de los países de Europa con más superficie forestal recuperada. El ganadero debe tener su sitio. Si se hacen correctamente, en colaboración con las administraciones, algunas quemas pueden ser beneficiosas, porque no es igual una quema bien organizada y bien prescrita que un incendio. Una quema elimina matorral y favorece a las plantas herbáceas, porque las cenizas van al suelo y lo enriquecen. No se pueden hacer en verano, porque el suelo está caliente; pero si se hacen en otoño, hay más beneficio que problema. Los ganaderos son grandes aliados contra los incendios si las quemas se hacen bien. Es una actividad con riesgo; pero si se hace bien, pueden llegar a proteger el terreno de futuros incendios.