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Solo 362 cisternas de las 13.219 que hay en Galicia cumplirían la norma del purín

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

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Los dispositivos con aplicación localizada cuestan entre 6.500 y 48.000 euros

25 nov 2020 . Actualizado a las 09:20 h.

Según el registro oficial de maquinaria agraria, en las explotaciones agroganaderas gallegas constan inscritas un total de 362 cisternas con algún tipo de localizador del purín, es decir, que cumplen con lo que exigiría el futuro decreto de fertilización de los suelos en el que está trabajando el Ministerio de Agricultura y que, entre otras cosas, prohibirá la aplicación del purín mediante el sistema de plato o abanico. Pero ese mismo documento también recoge que en la comunidad hay otras 13.219 cisternas que no tienen ningún tipo de localizar del purín, lo que da una idea de lo que le costará a las granjas gallegas adaptarse a este nuevo sistema. Sobre todo, teniendo en cuenta que la compra de nuevas cisternas con aplicación localizada tiene un coste de entre 6.500 y 48.000 euros.

Todos estos datos figuran en la respuesta que dio el Gobierno en el Congreso de los Diputados a unas preguntas presentadas por el diputado del BNG, Néstor Rego, sobre el nuevo decreto de fertilización del suelo. Los datos dejan entrever el gran impacto que la aplicación de esta normativa tendrá en la comunidad gallega. Y es que solo el 2,6 % de las cisternas que están inscritas en el registro oficial tienen localizadores como mangueras rejas o discos. Se refiere, el dato, tanto a cisternas nuevas como a accesorios que se pueden montar sobre las antiguas. En cambio, la inmensa mayoría de esta maquinaria, 13.219, carece de estos elementos de localización.

Plan Renove

El Gobierno también reconoce que adquirir uno de estos sistemas tiene un coste de entre 6.500 y 48.000 euros, dependiendo de la capacidad de la cisterna y de otras variables. Pero recuerdan que también existe la opción de sustituir el plato por mangueras, reformando el equipo. Desde el Gobierno insisten en que, para financiar estas adquisiciones, se habilitó el conocido como Plan Renove. En su convocatoria del 2018 no se agotaron todos los fondos que se destinaron, en exclusiva, a la adquisición de este tipo de equipos y dispositivos, «perdiendo los agricultores una ocasión inmejorable de renovar sus equipos por no solicitar las ayudas», explica el Gobierno en la respuesta a Rego.

En cuanto al proyecto de real decreto de fertilización, desde el Ministerio de Agricultura confirman que ya se ha cerrado el plazo para presentar alegaciones y que han registrado más de un centenar, que están siendo estudiadas en estos momentos. Entre estas reclamaciones se encuentran las presentadas por la Xunta. Desde el Gobierno también aseguran que en el proceso de redacción de ese borrador se consultó con todas las comunidades autónomas y desde la Consellería do Medio Rural se hicieron llegar comentarios sobre todo los apartados del mismo, referidos a las características concretas de la agricultura y ganadería gallega, así como a otros aspectos administrativos del texto.