Patrocinado porPatrocinado por

Lourizán dispondrá en breve de las semillas de pino resistente al nematodo

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Los viveros podrán disponer de poco más de un kilo que ahora está secando

23 nov 2020 . Actualizado a las 09:17 h.

 El pasado mes de abril, la consellería de Medio Rural catalogó en el registro gallego de materiales de base media docena de progenitores de pino en la categoría de material cualificado para protegerse contra el Bursaphelenchus Xilophilus, popularmente conocido como nematodo del pino. Era el resultado de un largo trabajo iniciado en el 2013 por el Centro Forestal de Lourizán para investigar la resistencia de distintas especies de pino a las plagas, fundamentalmente a la del nematodo que lleva años trayendo en jaque a productores e industria. Ahora las primeras semillas de las seis familias de pino pinaster que, según la investigación de Lourizán, mostraron un porcentaje de supervivencia al nematodo del 80% (la media de mortalidad del radiata y pinaster está entre el 40 y 65 %) están a punto de poder ser comercializadas porque, de hecho, están ya secándose en el sequeiro que la Xunta tiene en Carballo.

«Hay poco más de un kilo», avanzó Raquel Díaz, investigadora y coordinadora del proyecto de mejora genética del pino en Lourizán, durante un foro online organizado esta semana por la Asociación Forestal de Galicia y Forestis, una asociación portuguesa de propietarios forestales, promovido por la Fundación Arume. En ese foro, esta investigadora dio cuenta del programa de mejora genética del pino que se lleva a cabo en el centro y que en el 2013, más allá de trabajar en cómo modificar los árboles para lograr que fueran más rectos o con un crecimiento más rápido, comenzó a pensar en buscar familias que no fueran tan vulnerables a la plaga. Su investigación, financiada por Ingacal e Inditex, está recogida en un folleto digital en el que se explica cómo es el trabajo realizado. Porque una de las cosas que destacó la investigadora es que la importancia que tiene que la población conozca que existe un material cualificado que pueden usar en sus plantaciones.

De hecho, su llegada a los viveros para luego acabar plantándose en el monte es uno de los retos pendientes en Galicia. «En Nova Aquitania, xa conseguiron que un 66% dos seus montes de coníferas estean ocupados por planta con mellora xenética. É unha vía na que agora se está a avanzar tamén en Galicia, pois están aumentando as vendas de semente procedente dos plans de mellora xenética, pero queda un longo camiño por percorrer», reconocieron en el foro. La mejora del pinaster es solo el primer paso. Lourizán está trabajando también en conseguir familias de radiata tolerantes a plagas.

Los retos de la genética

Más allá de eso el foro habló de los retos que han de enfrentar los bosques de coníferas teniendo en cuenta el cambio climático. En Nueva Aquitania, en Francia, calculan, por ejemplo, que en el 2050 las precipitaciones habrán disminuido en torno a un 10%, lo que repercutirá directamente en la productividad de los pinos. Pero para el 2070, lo que se apunta es que están hayan bajado hasta un 40 %.

De ahí que los participantes en el foro —además de Raquel Díaz, de Lourizán, estuvieron Javier Herrero, de Neiker, en País Vasco; Ricardo Alía, del Inia); Annie Raffin del Inrae francés; Fernando Droppemann, Universidad Austral de Chile, e Isabel Carrasquinho del Iniav, en Portugal— concluyeran que para garantizar «a sostibilidade dos montes de coníferas, farase preciso acelerar a mellora xenética dos piñeiros, orientándoa a lograr plantas máis resistentes ás secas, que sexan menos susceptibles a enfermidades e pragas, e que conserven unha boa variabilidade xenética». De ahí que, como añadieron, sea preciso aumentar los recursos públicos o privados para investigación.

Y, como no, los expertos no olvidaron destacar «a conveniencia de lanzar un programa transnacional de mellora xenética, que complemente os programas nacionais ou rexionais, de xeito que se logren maiores avances en menores prazos».