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Ganaderos en pie de guerra por las denominaciones de la carne artificial

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

LIDL

El Parlamento Europeo debate dos enmiendas que impedirían llamar hamburguesa a sus alternativas vegetales

23 oct 2020 . Actualizado a las 10:18 h.

Arroz, guisante, manzana, frijol, granada, coco, remolacha y zumo de limón. Podrían ser los ingredientes de una ensalada pero, en realidad, son algunos de los muchos componentes con los que se elabora la hamburguesa más vendida actualmente en el mundo. Mejor dicho, algo que se parece a una hamburguesa porque los productores cárnicos insisten en que las llamadas carnes vegetales no pueden tener denominaciones similares a las del producto original. Permitirlo, en su opinión, puede crear confusión e incluso indefensión entre los consumidores.

Esa es, al menos, la postura que defiende el Comité de organizaciones agrarias y cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), una entidad que aglutina a cerca de un centenar de asociaciones profesionales agrarias del continente, entre ellas las españolas Asaja, Coag, Cooperativas Agroalimentarias o UPA, a través de la campaña Esto no es un bistec. Una iniciativa en la que pretenden llamar la atención sobre los perjuicios de equiparar estos nuevos productos con los ya existentes y en la que pide un mayor compromiso comunitario para regular este asunto.

En este sentido, Jean-Pierre Fleury, presidente del grupo de trabajo sobre carne de vacuno de Copa-Cogeca, ha declarado que «el sector ganadero europeo no pretende oponerse a este desarrollo, simplemente pedimos que se reconozca y se respete el trabajo de millones de agricultores y  trabajadores del sector ganadero europeos. No tengo miedo de decir que se trata de un caso patente de secuestro cultural y que algunas agencias de márketing están aprovechando esto para confundir deliberadamente a los consumidores, al promover la opinión de que reemplazar un producto por otro no afecta a la ingesta nutricional. De no corregirse, esta vía desembocará inevitablemente en la aparición de otras denominaciones confusas a largo plazo».

Enmiendas al reglamento

El asunto está ya sobre la mesa del Parlamento Europeo que someterá a votación la próxima semana dos enmiendas al reglamento de organización común de los mercados agrarios que buscan, precisamente, impedir el uso de las denominaciones habituales de la carne y los elaborados cárnicos para la venta de alternativas vegetales. Una de estas propuestas, refrendada ya por la Comisión de Agricultura, pide incluso que se limite el uso de términos como «estilo yogur», «alternativa al queso» u otros como «parecido a», «imitación de», «sustituto de» o «producido como», cuando acompañan a productos comparables o presentados como sustitutos de los cárnicos, incluso cuanto se indica específicamente su composición.

De salir adelante estas enmiendas lo que ahora se conoce como hamburguesa o salchicha vegetal pasaría a llamarse disco, tubo o cilindro vegetal. Términos que han desatado las críticas de numerosos colectivos veganos que de forma conjunta han llevado a cabo el estudio Nomenclatura de los alimentos de origen vegetal, cuya primera conclusión es que, al parecer, ocho de cada diez consumidores encuestados saben diferenciar con claridad entre productos cárnicos y lácteos y sus alternativas vegetales como la leche vegetal, el queso vegano o la hamburguesa vegetal.

«Con estos datos se demuestra de forma contundente que los ciudadanos españoles abogan por que las alternativas vegetales se puedan etiquetar en igualdad de condiciones que los productos cárnicos y lácteos. Los consumidores reclaman que se puedan tomar decisiones de compra conscientes e informadas», aseguran desde Upfield, fabricante de la margarina Flora y autores de este estudio junto a colectivos como ProVeg, Heura o Oatly, productor este último de bebidas de avena.