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Terras Gauda investiga cómo la biodiversidad del suelo mejora el vino

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

La bodega lanza un nuevo estudio en colaboración con otra de Argentina

07 sep 2020 . Actualizado a las 09:38 h.

¿Si la vid se desarrolla en un suelo con una gran biodiversidad se podrá reducir el uso de fitosanitarios? ¿Tendrán esos cambios alguna repercusión en el vino que se elabora? Esta son algunas de las preguntas que Bodegas Terras Gauda quiere responder con el nuevo proyecto de investigación que ha puesto en marcha. Bettersoil está centrado en mejorar la biodiversidad del suelo para comprobar cómo afecta esta al desarrollo del viñedo e incluso a los vinos que se elaboran con esa uva. La novedad de este programa es que se llevará a cabo en colaboración con Finca Von Wigstein, una bodega de Alpamanta, en Argentina, que practica la viticultura biodinámica. La idea es ver si las mismas conclusiones se pueden aplicar en lugares tan diferentes como las Rías Baixas o la zona de Mendoza.

El objetivo principal del proyecto es el de «mejorar la salud integral del viñedo gracias a la reactivación de la biodiversidad microbiana», explica Emilio Rodríguez, Canas, director enológico de Terras Gauda. Para ello, se tratarán de implementar en una parcela manejos de intensificación ecológica que buscan mejorar el funcionamiento del sistema suelo-planta. Estos trabajos consisten en una serie de técnicas, como la oxigenación precisa del suelo incluso en la línea de cepas, el uso de diversas cubiertas vegetales, la eliminación manual de brotes superfluos, el abonado exclusivo con vermicompost y la reducción al máximo de la aplicación de fitosanitarios, entre otros. «La restauración de la microbiota nos llevará a un mejor equilibrio de los elementos esenciales para el suelo y para las plantas. Esto desencadenará una respuesta específica de la vid, la resistencia inducida, que estimula la capacidad del sistema inmunitario vegetal para hacer frente de forma natural a los microorganismos perjudiciales para la vid», explica Rodríguez Canas.

Terras Gauda analizará los cambios producidos por la aplicación de estas técnicas en el suelo, la vid y el vino final, realizando una vinificación comparativa con la uva procedente de la parcela testigo. «Creemos que los cambios en la microbiota del suelo se verán reflejados en los microorganismos que nos encontraremos en la parte aérea, fundamentalmente en las población de levaduras y bacterias que tanto influyen en la vinificación», aseguró el director técnico.

Comparación con Argentina

Pero en Terras Gauda consideran que el mayor valor científico de este proyecto vendrá dado por la comparativa de las conclusiones obtenidas por la firma de Rías Baixas y por la bodega de Argentina. Y es que ambas se ubican en latitudes contrarias, una en el hemisferio norte y otra en el sur, y tienen viñedos ubicados a diferentes altitudes. Mientras los de Rías Baixas están entre 50 y 170 metros sobre el nivel del mar, los de Alpamanta crecen en torno a los 950 metros. Además, Terras Gauda tiene suelo de pizarra que aportan notas minerales, frente a tres tipos de texturas; arenas, arcillas y limos. También son diferentes las variedades de uva: albariño frente a la tinta Malbec, y las condiciones climáticas, así como las formas de cultivo.

Esta investigación se desarrolla en el marco del proyecto Eureka, iniciativa europea intergubernamental de impulso al I+D+I cooperativa, que tiene como objetivo fomentar la competitividad de las empresa europeas. Terras Gauda lidera este programa, que cuenta con un presupuesto de 700.000 euros y con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), la Universidad de Vigo y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Mendoza. Se prolongará hasta diciembre del 2022.