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El SLG califica de «estratexia  de márketing» las propuesta de «De la granja a la mesa»

Somos Agro REDACCIÓN / LA VOZ

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Considera que no tienen en cuenta la realidad de las pequeñas granjas, como las gallegas

06 jun 2020 . Actualizado a las 10:48 h.

El Sindicato Labrego Galego (SLG) ha realizado un análisis de las 27 iniciativas presentadas por la Comisión Europea dentro del programa De la granja a la mesa. Entre ellas destacan la reducción de los pesticidas y antibióticos en el ganado en un 50 %, disminuir el uso de fertilizantes en un 20 % o aumentar la superficie de cultivo ecológico en un 25 %. Lo que, en principio, debería ser una lista de iniciativas positivas para el campo y la sociedad es, para esta organización, «unha estratexia de márketing, un lavado de cara das políticas agrarias da Unión Europea», asegura la formación. Critica que esta no tenga en cuenta la realidad de las pequeñas explotaciones, como las gallegas, que no son precisamente la que más contaminación generan.

La primera crítica del SLG es que todas las medidas se dirigen a regular las actividades agroganaderas, mientras que nada se dice del resto de agentes del sistema alimentario, como las industrias fabricantes de insumos, las distribuidoras o o las de transportes. «Sorprende que non haxa unha visión crítica con aspectos altamente contaminantes e provocadores de cambio climático, como a agresiva vocación exportadora da Unión Europea e os tratados de libre comercio», lamenta. Y es que, en estos, la producción alimentaria se convierte en moneda de cambio y se fuerza un intercambio comercial de alimentos que se podrían producir y consumir dentro del mismo país, argumenta la formación.

En cuanto al uso de fertilizantes, el SLG critica que no se distinga entre los abonos orgánicos producidos y utilizados en la propia granja y los de síntesis industrial. Tampoco diferencia entre el pastoreo y la ganadería extensiva y culpa a este sector del 70 % de las emisiones de gases con efecto invernadero de la agricultura. Y cuando habla de las producciones ecológicas, «estase referindo so a un sistema de cultivo, polo que entendemos que serán benvidas as producións ecolóxicas industriais e deslocalizadas», argumenta.

Producciones deslocalizadas

Con todos estos argumentos, la organización concluye que más que una política para el campo, esta es «unha estratexia de márketing». De hecho, asegura que «este lavado de cara consiste en etiquetar de ecolóxicas e sostibles producións intensivas e deslocalizadas» y asegura que las estrategias de la UE coinciden al 100 % con las de grandes industrias «directamente implicadas na contaminación química e no cambio climático», lamenta. Por el contrario, considera que muchos proyectos verdaderamente sostenibles quedarán fuera del sistema porque les resultará imposible cumplir todos los requisitos burocráticos que estas medidas van a implicar, entre ellos, documentar las reducciones de las porcentajes propuestas.