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La desescalada arranca para los agricultores con jornadas de 17 horas

Xoán R. Alvite MAZARICOS

SOMOS AGRO

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El coronavirus no ha paralizado la actividad en el campo, y menos en el momento de mayor ajetreo de año

11 may 2020 . Actualizado a las 21:21 h.

Ni restricción de movimientos, ni citas previas, ni mucho teletrabajo o aperturas al 50 %. El campo barbanzano no solo no ha parado durante toda la cuarentena, sino que el inicio de la desescalada le llega en el momento de mayor ajetreo del año.

Tanto es así que durante los últimos días son habituales las jornadas de trabajo de más de 15 horas. Buena parte de ellas, encima del tractor, bien segando la hierba para el ensilado o bien preparando las fincas para la siembra del maíz, los dos trabajos más importantes para las explotaciones ganaderas puesto que garantizan el abastecimiento de alimento para sus reses durante el resto del año.

«Dende o mércores estivemos entre 16 e 17 horas diarias traballando, apenas parando para comer un bocadillo ou para botarlle gasóleo ao tractor», apunta el responsable de una empresa de servicios de Mazaricos que cuenta con un parque de una decena de tractores, todos ellos desplegados por diferentes puntos de la comarca. «A culpa tena o mal tempo das últimas semanas, que provocou un retraso importante duns traballos que a estas alturas do ano pasado xa estaban feitos. Agora que viñeron uns días sen chuvia, todas as granxas queren coller a herba e ensilar o millo. Por enriba, anuncian máis auga para os próximos días, polo que, ou lle metes horas, ou o traballo queda sen facer», explica.

De idéntica opinión es un productor lácteo de la parroquia de Valadares, en Outes, que opta por realizar él mismo la mayoría de los trabajos de laboreo de las fincas: «No meu caso teño pouca superficie e, aínda que o ensilado mo fai unha empresa, son eu o que labro e semento as leiras do millo. Iso si, estou enriba do tractor dende primeira hora da mañá e ata ben entrada a madrugada. Onte —por el viernes— empecei ás sete da mañá co arado e pasaban máis das dúas da madrugada cando parei coa sementadora. Apenas parei unha hora para xantar e outra para arranxar unha avaría pequena que tiven nun apeiro».

Alta tecnología

Trabajar durante tantas horas de forma cómoda y segura, incluso en condiciones de poca visibilidad, solo es posible si se hace con la maquinaria más moderna. La misma que estos días puede verse por las fincas barbanzanas y cuyo coste puede superar fácilmente los 200.000 euros, como es el caso de tractores de última generación diseñados para altas cargas de trabajo.

Estas máquinas, además de climatizador o asiento ergonómico, cuentan con sofisticados sistemas de autoguiado que permiten, por ejemplo, que el tractor se conduzca prácticamente solo, liberando al operario de estar pendiente en todo momento de las maniobras. Estos vehículos se combinan con modernas sembradoras equipadas con GPS que saben en todo momento donde deben depositar el grano e, incluso, a que profundidad.