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«La crisis del coronavirus puede ser un revulsivo para zonas rurales»

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

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CEDIDA

César Pérez Cruzado, investigador de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo, afirma que Galicia es consciente del valor del monte, pero cree necesarias más concentraciones forestales

14 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pérez Cruzado, ingeniero de montes e investigador de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) en la Escola Politécnica Superior de Lugo (EPS), ha trabajado en la preparación de los trabajos del inventario forestal de Galicia, que dará a la comunidad unos datos más apegados al terreno que los obtenidos con el inventario estatal. La iniciativa está dando los primeros pasos.

-¿Es necesario medir el monte?

-Desde luego. La escala de los informes tiene que ser acorde con la toma de decisiones. El inventario que hay ahora está medido a escala nacional. Si nos vamos a una escala menor, vemos que no hay respuesta a las necesidades. Por ejemplo, con la crisis del coronavirus, es necesario disponer de ciertas informaciones, porque con un sistema de información propio se toman esas decisiones. ¿Qué competencias forestales a nivel nacional quedan aún? Solo el inventario; hasta los parques nacionales son competencia de las comunidades autónomas. No se puede gestionar aquello que no se conoce. La necesidad de un inventario forestal, en cierto modo, es consecuencia de las directrices de política forestal surgidas tras los grandes incendios del 2017. El inventario nacional es muy útil, pero en una escala de detalle no funciona.

-¿Está valorado el monte?

-Creo que en Galicia sí, y en el resto de la cornisa cantábrica, también. Los mayores crecimientos están aquí, y no podemos olvidar el valor económico del monte. Si una comunidad autónoma concentra tanto recurso, es lógico ese valor. ¿Se casa un hijo mío? ¿Se cambia el coche? Pues se corta un monte.

-¿Está ordenado el monte?

-Está ordenado, y se ve en que el nivel de profesionalización es cada vez más alto. Quedan algunos propietarios absentistas, gente de ciudad que heredó el monte y quizá no lo cuida; pero en la gente que vive del monte el nivel de gestión es bastante bueno.

-¿Es el minifundio un problema?

-El tamaño medio de una parcela en Galicia está en torno a los 2.000 metros cuadrados, y eso da lugar a que no se haga gestión, porque a veces no compensa. A efectos de paisaje, el minifundio fomenta un panorama más interesante, porque hay más variedad. Cuando reducimos las parcelas, aumentamos la eficiencia, pero no se trata de reducir el número de propietarios. Las concentraciones parcelarias supusieron una revolución en el campo por la eficiencia del trabajo que trajeron.

-¿Deberían extenderse las concentraciones de montes?

-Creo que son un instrumento importante para aumentar la eficiencia del monte y para aumentar también la eficiencia de los propietarios, bien buscando rendimientos, bien alquilando sus fincas. De hecho, en Asturias ha habido apoyo para concentraciones de soutos, a fin de que los propietarios tengan una cierta superficie. Creo que las concentraciones son una herramienta importante.

-¿Nos damos cuenta de la importancia del monte?

-Quien no vive del monte quizá no se da cuenta de sus servicios al ecosistema, aunque en Galicia, creo, se nota más eso que en otras partes. Hay en las ciudades un desconocimiento de este tipo de cultura rural, algo que no se da en otros países, en donde sí hay más arraigo de la cultura rural. La crisis del coronavirus puede llegar a ser un revulsivo para zonas rurales. La actividad de la zona rural ha sido básica para que no haya habido desabastecimiento. Es importante que el medio rural produzca. Creo que es necesaria una mayor concienciación sobre la importancia de la actividad forestal.