La Xunta ofrece liquidez a las bodegas y flexibilidad para que no pierdan ayudas
SOMOS AGRO
Habilitará, además, un apartado en su web para que el sector vitivinícola le traslade sus demandas y reivindicaciones
07 abr 2020 . Actualizado a las 14:12 h.«O sector do viño galego é moi dependente do canal da hostalaría e está rexistrando unha caída importante das ventas», explicaba ayer el conselleiro de Medio Rural, José González, tras haber mantenido una reunión con los presidentes de todos los consellos reguladores vitivinícolas y de los aguardientes. A ellos les explicó las medidas que su departamento ha decidido poner en marcha para ayudarlos a superar el bache, empezando por la nueva línea de financiación que ha abierto la Xunta para las empresas y siguiendo por las medidas que se tomarán para evitar que pierdan subvenciones o sufran penalizaciones por no poder cumplir los plazos. «Quixemos trasladar unha mensaxe de tranquilidade e de que, no corto prazo, non se produza ningunha situación que dane irremediablemente ou irreparablemente ao sector», argumentó el conselleiro.
De los primeros afectados
El sector del vino gallego fue de los primeros en notar los efectos del confinamiento de la población. El cierre del sector hostelero provocó un descenso sin precedentes en los pedidos que llegaban a las bodegas y, aunque algunas continúan exportando y vendiendo a la alimentación, muchas son las que están notando la reducción de ingresos. Medio Rural es consciente de esta situación, aseguró González, y por eso ha puesto en marcha una serie de medidas, que ayer explicó al sector, «para saber se tiñamos que facer algunha especificade», argumentó González.
Se refiere, concretamente, a la línea de financiación que puso en marcha la Xunta el pasado miércoles y que está destinada a inyectar liquidez a las pymes y autónomos de la comunidad, para que puedan hacer frente a las repercusiones de la crisis del coronavirus. González les explicó que, a partir del jueves, empresas y autónomos podrán solicitar estos apoyos para atender las necesidades más inmediatas, como el pago de salarios, facturas o alquileres. La orden, que depende de Economía, está dotada de 30 millones de euros y permitirá movilizar 250 millones entre el tejido empresarial gallego. Avalará entre 3.000 y 200.000 euros de importe por cada negocio y los beneficiarios dispondrán de plazos de amortización de hasta cuatro años con uno de carencia, con un máximo de un 1,5 % de interés, que será bonificado al 100 %.
El otro apartado en el que está trabajando la consellería es la flexibilización de los requisitos que exigen determinadas subvenciones buscando evitar los incumplimientos o los perjuicios derivados de la imposibilidad de ejecutar las acciones programadas. Es el caso de las ayudas para la asistencia a ferias que, al final no se celebraron. «O sector primario galego está moi afectado por subvencións e existe a necesidade de flexibilizar os requisitos», añadió el conselleiro. También aseguró que en la web de la consellería se habilitará, próximamente, un apartado para que los profesionales planteen sus dudas o preocupaciones y en el que podrán recibir información sobre las medidas económicas a las que se podrá acoger cada sector.
Una de las ayudas que reciben bodegueros y viticultores son los planes de reestructuración de viñedo. En lo que a la convocatoria de este año se refiere, González explicó que no se realizarán las actas de no inicio, que requieren de la presencia de un técnico para certificar que la plantación de viñedo que se va a subvencionar no existe. Estos trámites serán sustituidos por una declaración responsable y un reportaje fotográfico de la parcela en cuestión. Será la consellería la que compruebe la información en el registro vitícola mediante al SIXPAC. Además, con respecto a la convocatoria del pasado año, todos los expedientes que finalicen su plazo el 31 de mayo podrán solicitar una modificación en su resolución para pasar a ser una operación bianual.