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Baño de bosque en el Pico Sacro

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

SOMOS AGRO

XOAN A. SOLER

Esta técnica, que consiste en pasear y hacer ejercicios de relajación para liberar el estrés y mejorar la salud, arrancó en Japón en los años ochenta

08 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Millones de japoneses se alejan cada año del ruido de las ciudades para liberarse del estrés y de la ansiedad de la vida moderna. Es una práctica que se llama baño de bosque o shinrin-yoku, y la inició la agencia forestal nipona en 1982. En Japón comprobaron que el contacto directo con la naturaleza mejoraba los niveles de presión arterial y otras variables fisiológicas. Esta práctica se ha extendido al resto del mundo, y también a España. A Barcelona, Madrid, el País Vasco y la provincia de Burgos se suma ahora Galicia, que este fin de semana celebra el primer baño de bosque organizado por la Asociación Forestal de Galicia (AFG) y que se hará en el monte escuela que tiene en el Pico Sacro. Al frente de la expedición estará Alex Gesse, uno de los pioneros en traer esta técnica a España y que hoy dirige el Instituto de Baños del Bosque. Nacido en Barcelona en 1975, fue ejecutivo de una multinacional con 40.000 empleados, y un buen día decidió cambiar de vida. En el 2014 se marchó a formarse a Irlanda y ha entrenado a guías en Australia, América y Europa. Ahora organiza estos paseos que él mismo define como «prácticas de bienestar».

 «De lo que se trata es de estar inmerso en una zona forestal y aprender de los beneficios que ello conlleva para la salud», explica este joven, que colabora en sus proyectos con dos gallegos, Anna Vidal y Paco García. Alex Gesse insiste en que esta terapia también fue concebida en Japón para impulsar el desarrollo rural. Un motor para asentar población y generar actividad de una forma sostenible. Estas y otras cuestiones se abordarán en la jornada que hoy y mañana celebra en Santiago la AFG, en el que se trata de poner el foco en cómo el monte, además de crear valor y generar puestos de trabajo, juega un papel fundamental en la salud de los habitantes. «Tanto os paseos polo bosque coma o exercicio da silvicultura e o coidado do monte melloran o benestar das persoas que o practican, en especial dos nosos maiores, que poden ter un envellecemento activo», explica Francisco Javier Fernández de Ana Magán, presidente de la AFG.

 De los beneficios de los baños de bosque ya habló en Galicia hace poco otro catalán Edgar Tarrés, consultor de Mindful Travel, y que impartió un curso en Chantada dentro de una iniciativa del Consorcio Turismo Ribeira Sacra. Cataluña es ahora la comunidad donde las empresas destinan más recursos a estas excursiones grupales. Galicia es un filón para explotar, con soutos y fragas repartidos por toda la geografía. Japón es el país que más dinero ha invertido en la investigación científica de los efectos saludables y terapéuticos de los bosques. Los baños de bosque no solo reducen los niveles de estrés y de ansiedad, sino que contribuyen a la mejora de los niveles de azúcar, de tensión arterial y han mostrado efectos beneficiosos para el tratamiento del insomnio y de la depresión. En Galicia, se desarrolla esta práctica desde el año 2014, cuando el ingeniero cubano Joaquín Matos se instaló en Riós, y quedó prendado del aire limpio y de la orografía virgen. Allí organiza paseos con actividades al aire libre, con pequeñas meditaciones y sin teléfono móvil.