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De cómo la imprevisibilidad del clima provoca que las plantas florezcan antes

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales concluyen que estas transmiten a sus descendientes los efectos ocasionados por las variaciones en las condiciones meteorológicas

06 feb 2020 . Actualizado a las 10:19 h.

¿Cómo afecta la imprevisibilidad del clima a las plantas herbáceas? Esta es la pregunta que han tratado de responder investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, que durante cuatro años simularon experimentalmente diferentes grados de previsibilidad de precipitaciones para comprobar los efectos que esto tenía sobre las plantas. Sus primeras conclusiones, publicadas en Proceedings of the Royal Society B., dicen que las plantas aceleraron su floración y su reproducción, lo que aumentó su éxito reproductivo y desencadenó un mayor crecimiento poblacional. Otra consecuencia es que estos efectos que tuvo la imprevisibilidad climática se transmitió a las siguientes generaciones.

Explican en el museo que el cambio climático se relaciona normalmente con un aumento de las temperaturas. Sin embargo, lo que actualmente se está registrando también es una menor previsibilidad de las condiciones ambientales, es decir, que cada vez se puede predecir con menos exactitud cuándo va a llover. Eso afecta a todos los seres vivos, que cada vez están más sometidos a mayores desafíos para crecer y reproducirse. «Con este trabajo buscábamos determinar los efectos de los cambios en la previsibilidad intrínseca del clima sobre las plantas, que son organismos que no pueden desplazarse si las condiciones no son adecuadas», explica Martí March-Salas, uno de los investigadores.

Los estudios teóricos apuntan a que la previsibilidad ambiental afecta a los rasgos funcionales de la planta, es decir, al momento de la floración y a la eficacia reproductiva de las especies. También, a que los entornos más constantes y predecibles producen una menor variación, mientras que los menos predecibles favorecen el avance de la floración, desencadenando un menor éxito reproductivo. «En nuestro estudio simulamos experimentalmente diferentes grados de previsibilidad de precipitaciones, es decir, diferentes escenarios climáticos, y evaluamos sus efectos sobre las plantas herbáceas», añade Patrick S. Fitze, director del estudio.

Tal y como predecían las teorías, la menor previsibilidad de las precipitaciones provocó que las plantas germinaran y florecieran más rápido. Pero, contrariamente a lo que se pensaba, esto vino asociado a un mayor éxito reproductivo. «Las plantas generaron más semillas y semillas más pesadas que produjeron un mayor crecimiento poblacional. Al florecer antes, las plantas alargaron su período reproductivo, aumentando las posibilidades de polinización y de producir semillas», añade Fitze.

De generación en generación

Otra de las conclusiones de este estudio es que el efecto que esta menor previsibilidad climática tenía sobre las plantas se transmitía de forma rápida de generación en generación. «Es como si los progenitores prepararan a sus descendientes ante las condiciones venideras», asegura March-Salas. De hecho, en los descendientes, los efectos sobre la reproducción eran mucho menores que en sus progenitores. «Destaca también el hecho de que las respuestas transgeneracionales se produjeron principalmente frente a las condiciones climáticas a las que estuvieron sometidas las plantas durante los primeros estadios de vida, y no frente a las condiciones durante el crecimiento tardío, lo que sugiere que las primeras etapas de vida son claves para el desarrollo futuro de una planta», añade Fitze.

«Los resultados de este estudio son prometedores porque nos han permitido comprobar que las plantas estudiadas se adaptan a los cambios mejor de lo que esperábamos. Sin embargo, su supervivencia dependerá también de la velocidad de reacción de cada especie. Dado que las condiciones climáticas son cada vez más extremas, es fácil que se sobrepasen los límites de tolerancia, viéndose drásticamente afectadas por la imprevisibilidad climática», concluye March-Salas.