Patrocinado porPatrocinado por

La vacas del futuro se escogen con una gota de sangre

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán Ramón Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

MIGUEL SOUTO

La genómica permite que con un simple análisis que los ganadores puedan conocer cómo será su futuro animal, si dará mucha leche o si será propenso a padecer determinas enfermedades

04 feb 2020 . Actualizado a las 23:05 h.

En apenas tres décadas las vacas gallegas han pasado de dar 6.000 litros de leche al año a superar los 10.000, tal y como promediaron durante el último año. Los datos son de los programas oficiales de control lechero y constatan el excelente trabajo realizado por los ganaderos gallegos en la mejora genética de su rebaño. Una labor de selección que, además de un importante desembolso económico, ha necesitado de muchos años de trabajo para la recogida y análisis de los datos morfológicos de millones de vacas, toros y terneras. El objetivo: encontrar y apostar por aquellas líneas genéticas que mejor se adaptaban a las necesidades del campo gallego.

Esta ingente labor va camino, sin embargo, de simplificarse enormemente gracias a las enormes posibilidades que abre el estudio del genoma vacuno, secuenciado hace ahora diez años. O, dicho de manera sencilla, un simple análisis de sangre, pelo o cartílago de la oreja de un animal con pocos días de vida ?incluso puede realizarse antes de nacer, extrayendo líquido amniótico-, ya permite que los ganaderos conozcan datos valiosísimos sobre cómo será su futuro animal. No sólo si dará mucha leche, sino si esta será rica en grasa y proteína o si el animal destacará por su ubre, sus patas o su estructura corporal. La genómica permitirá saber si el animal será propenso a padecer determinadas enfermedades e incluso permitirá conocer su eficiencia alimentaria o lo que viene siendo lo mismo su capacidad para convertir en leche el alimento que ingiere.

 «Despois da inseminación artificial, a xenómica foi, con diferenza, o maior avance que se produciu no ámbito da mellora xenética do ganado vacún», apunta Mauricio de los Santos, responsable del departamento de genética de Xenética Fontao, uno de los centros europeos de referencia en este ámbito. Para este profesional, el genotipado de una animal no sólo permitirá ahondar en sus posibilidades productivas sino que también tendrá repercusiones en el ámbito sanitario e incluso en el ambiental. «Tecnicamente xa é posible, aínda que falta un tempo para que poida estenderse a todo o sector, coñecer a resistencia das futuras vacas a determinadas enfermidades e incluso identificar as que menos gases de efecto invernadoiro producen».Todo esto a un coste relativamente económico pues genotipar actualmente un animal cuesta alrededor de 30 euros y el tiempo en obtener los resultados oscila entre los 25 y los 40 días en función del momento del mes en el que se extrajo la muestra. Durante el último año se analizó, mediante este método, el potencial de más de 20.000 hembras en todo el territorio nacional, de las que casi la mitad procedían de fincas gallegas.

 Este avance ha triplicado por tres el progreso genético

La introducción de las pruebas genómicas a partir del año 2012 ha permitido elevar hasta el entorno de los 20 euros por novilla y año el valor del progreso genético de un animal, un valor que calculan desde la Confederación Frisona Española (Conafe) con parámetros fijos de precios de la leche o costes de recría. Esto supone triplicar el importe que se calculaba por este concepto hace apenas ocho años. «Con esta innovación conseguimos avanzar en un año lo que antes nos llevaría tres o cuatro», explica José Antonio Jímenez, jefe del Departamento Técnico de Conafe, que no oculta las ventajas de este nuevo sistema en relación a la genética tradicional a la hora de facilitar los acoplamientos con aquellos toros que mejor cumplan los objetivos de selección de cada ganadería.

 «Disponer de datos fiables y rápidos permite tomar decisiones muy importantes para las granjas. Desde elegir si recriar o vender una res, si debemos extraer embriones de un determinado animal o incluso conocer qué tipo de genes recesivos debemos evitar para determinadas enfermedades o altos porcentajes de consanguinidad», explica este profesional que cifra la viabilidad actual de las pruebas genómicas en el entorno del 70%, un porcentaje que irá aumentando a medida que se vaya extendiendo este método de análisis entre las granjas.

 Diez generaciones concentradas en un único parto

En lo que coinciden tanto ganaderos como veterinarios es en las grandes posibilidades de ahorro de tiempo que permite la genómica a la hora de mejorar la calidad genética de un rebaño. La selección genética que antes se conseguía después de muchos cruces ahora es, prácticamente, inmediata. «O feito de poder identificar aos mellores reprodutores a idades moi temperás, fai que nos poidamos anticipar moitos meses e incluso anos na procura dos descendentes destes animais. Noutras palabras, identificamos moi cedo o núcleo de femias de selección dentro dunha granxa», apunta Ismael Fernández de la empresa Xénese que destaca las ventajas que la genómica permite en el campo de la transferencia embrionaria en la que trabajan. «Con estas probas, a transferencia embrionaria cobra moito mais sentido, dado que é unha técnica que permite multiplicar en tempo récord a xenética dun animal valioso. A día de hoxe, non é difícil conseguir 8 ou 10 descendentes dunha xovenca antes de que esta para por primeira vez», explica.