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Aranceles y el cambio climático, principales retos del sector vitivinícola

I. SÁNCHEZ ARTERO BRUSELAS / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALBERTO LOPEZ

La tendencia social de reducir el consumo de alcohol es una oportunidad para estudiar nuevos productos

12 nov 2019 . Actualizado a las 23:45 h.

La recesión económica, la contracción de los márgenes de beneficio y los aranceles son algunas de las trabas a las que se enfrenta el sector vitivinícola europeo. Sin embargo, ayer reinó el optimismo en el taller organizado por CEVI y Copa- Cogeca en Bruselas, donde los representantes hablaron de nuevas tendencias y de la necesidad de producir productos más respetuosos con el medio ambiente y vinos con una menor graduación alcohólica para satisfacer las necesidades del consumidor actual.

El presidente del grupo de trabajo del vino de Copa-Cogeca, Thierry Coste, denunció «la tasa injusta» que va a vivir el sector vinícola por los aranceles confirmados por Estados Unidos como consecuencia de las subvenciones irregulares a Airbus. En este sentido, pidió a la Comisión Europea y a los Estados miembros «las ayudas públicas necesarias para proteger y acompañar», para hacer frente al incremento del 25% a causa de esta tasa. Así, añadió que es crucial que la UE «siga apoyando al sector con un presupuesto de la PAC sólido y que siga promoviendo la sostenibilidad».

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias y del Diálogo Civil europeo sobre vino, Ángel Villafranca Lara, insistió en que el sector agroalimentario «no es responsable y no debería de pagar las consecuencias que ha causado un error de administraciones o gobiernos de la UE». Aprovechó para resaltar que además de los vinos con graduación inferior a los 14 grados, se han visto afectados principalmente en España el aceite, las aceitunas, los mejillones y algunos productos cárnicos. Villafranca explicó a La Voz que los caldos «de gama media son los que corren mayor peligro de salir del mercado, ya que tienen un margen irrisorio, por lo que los agricultores y las bodegas deberían de asumir los costes de las tasas». Se unió a la petición de Coste y reclamó a las administraciones europeas una compensación para «esta catástrofe no planificada, aunque sea modo de parche, porque localizar nuevos mercados requiere tiempo».

En el taller, todos los presenten coincidieron en que el cambio climático es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el futuro del vino, especialmente para las zonas del sur de Europa, donde históricamente se han producido los caldos. Villafranca se escudó en que el cambio climático es un proceso lento y espera que la naturaleza sepa adaptarse. «Es algo a estudiar, a investigar, y desde el propio sector tenemos el reto de desarrollar las investigaciones necesarias, para adaptar nuestras especies a las nuevas situaciones meteorológicas, nuevas prácticas y cultivar de forma diferente», añadió. Coste, por su parte, se felicitó porque el verano de 2019 ha sido caluroso y la cosecha de este año tiene un gran potencial. Subrayó que a día de hoy la vid se está adaptando a los cambios meteorológicos, y el calor también evita epidemias. «Ahora mismo a la vid solo se la llevará por delante una epidemia, como pasó siglos atrá», concluyó.

Además de los hándicaps que supone la incertidumbre geopolítica y el cambio climático, otro de los puntos que hay que tener presente a la hora de analizar el futuro vinícola es la tendencia social que vira hacia una reducción del consumo de bebidas espirituosas. Villafranca defiende que el vino es una bebida «sana y saludable, si se toma con moderación» y añade que casa a la perfección con cualquier producto de la cocina europea. Considera que esta actitud debe tomarse como una oportunidad para estudiar las nuevas tendencias de mercado. Así, considera que es una ayuda “«estructural importante del entorno rural, porque donde hay viñas hay población».

España está avanzando en la producción de vinos ecológicos, de viñas con una reducción de productos fitosanitarios y fertilizantes naturales. Según el experto español, Galicia está haciendo un excelente trabajo, gracias al buen hacer de todos los representantes de la cadena, incluida la administración. Destacó que es una de las regiones nacionales donde se ha mantenido el nivel de consumo de caldos frente a otras zonas. Mostró su preferencia personal por los vinos blancos, aunque reconoció que hay caldos tintos exquisitos.