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Medio Rural priorizará la venta de cultivos en tierras abandonadas

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

SOMOS AGRO

MIGUEL VILLAR

La Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) firmará acuerdos con los operadores económicos para dar salida a las producciones de los parcelas recuperadas más allá de la franja de protección de 50 metros de las aldeas

30 oct 2019 . Actualizado a las 19:50 h.

Es una de las medidas administrativas que se incluyen en la ley que acompaña a los presupuestos gallegos del 2020, remitidos ya al Parlamento y pendientes de su aprobación. Y en ella se establece que la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) fomentará acuerdos con operadores económicos para dar salida a los cultivos y a las producciones en terrenos recuperados y que se hallaban en abandono. Esto es aplicable a las parcelas que se encuentran más allá de la franja de 50 metros más próxima a los núcleos de población, y que es todo el perímetro que debe estar limpio para proteger a las aldeas de los incendios. Medio Rural busca así impulsar la actividad agroganadera en zonas que estaban abandonadas, de forma que se pueda crear actividad económica mediante cultivos de huerta, cereal, pastos y otros frutos, entre los que están la castaña y la plantación de olivos. El conjunto de los terrenos recuperados funcionaría así como barrera natural contra el fuego, y los cultivos actuarían así como método natural de protección, sin necesidad de que haya que limpiarlos y desbrozarlos de forma periódica, como sí sucede con la franja de 50 metros.

«Queremos que sexan actuacións moi respectuosas coa contorna; e apostar por especies senlleiras e por producións de excelencia, como os produtos ecolóxicos, sempre que se poida: a idea sería facer unha marca de garantía», explica Alejandro Sánchez de Dios, subdirector de Mobilidade de Terras. Esta iniciativa de mercado se inscribe en el proyecto de las llamadas aldeas modelo, una iniciativa conjunta de Medio Rural, Seaga y la Fegamp, y que la nueva ley que acompaña a los presupuestos del 2020 le da rango legal. Osmo, en Cenlle (Ourense), y Pendo, en Boborás (Ourense), son los dos primeros proyectos de toda Galicia.  Legalmente, estas zonas deben de cumplir algunos requisitos. Por ejemplo, que el ayuntamiento justifique que dispone del acuerdo de los titulares que supongan un mínimo de tres cuartas partes de la superficie del perímetro del proyecto, en el que deberá incluirse al menos el 70 % de los terrenos que se definan como franja secundarias de gestión de la biomasa. Además, los titulares deberán asumir el compromiso de incorporación de los terrenos al Banco de Terras para su cesión por el período mínimo de 5 años.

«Esta iniciativa naceu cun dobre obxectivo: defender as persoas e os seus bens da ameaza dos incendios forestais ao tempo que se pretende fomentar a posta en marcha de actividade agrogandeira nas antigas terras de labor das contornas das aldeas, actualmente abandonadas ou infrautilizadas, de tal xeito que non sexa necesaria a xestión de biomasa», explica el responsable de Mobilidade de Terras. 

Todos los terrenos recuperados se incoporarán al banco público, de forma que las personas titulares reciban una compensación económica anual. Esto significa que la aldea modelo supondrá la obtención de un rendimiento económico directo o indirecto tanto para las personas propietarias de los terrenos _ que conservarán siempre la titularidad de las parcelas al tiempo que reciben un pago por arrendamiento_ como para los interesados en su puesta en producción.  Medio Rural destinará en los presupuestos de 2020 un total de 4,5 millones de euros para impulsar tanto esta iniciativa de aldeas modelo como, en general, diferentes proyectos de movilidad de tierras. Esto supondrá duplicar los dos millones invertidos en este ejercicio. En estos momentos, hay cuarenta municipios gallegos que han solicitado a Medio Rural el proyecto de alguna aldea modelo, y que se sumarían a los de Penedo y Osmo.