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La Xunta obligará a minas y parques eólicos a tomar medidas para reducir su impacto paisajístico

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALBERTO LÓPEZ

Las nuevas directrices, que hoy salen en el DOG para abrir el proceso de información pública, establecen la retirada de carteles y paneles informativos en el rural una vez terminadas las obras

08 oct 2019 . Actualizado a las 10:42 h.

El Instituto de Estudos do Territorio, adscrito a Medio Ambiente, acaba de concluir el texto definitivo de las Directrices da Paisaxe, un documento con el que la Administración gallega busca compatibilizar el uso y el aprovechamiento del territorio con la preservación de los valores paisajísticos. El nuevo compendio de medidas lo publica hoy el Diario Oficial de Galicia (DOG), con lo que se abre el proceso de información pública, y recoge un conjunto de normas y determinaciones de carácter vinculante que afectan a la planificación urbanística y de los sectores económicos, es decir, que atañen al sector público y privado. Entre los puntos más destacados, por ejemplo, se establece que la actividad de las explotaciones mineras y de los parques eólicos deben incluir acciones para minimizar el impacto visual o mejorar su integración en el paisaje, como puede ser la reutilización de infraestructuras ya existentes. Esto obligará a revisar el plan sectorial eólico, de forma que se apueste, entre otras cosas, por la repotenciación de aerogeneradores o por mejorar los trazados de líneas eléctricas.

 Las nuevas directrices también afectan a la producción agroganadera y forestal, lo que significa que se deberán incorporar a los nuevos instrumentos de planificación criterios de gestión paisajística, de modo que se preserve el carácter singular e identitario del medio rural gallego. Esto afectaría a la localización de las explotaciones, y a la adopción de medidas para reducir su visibilidad en el campo. Las construcciones anexas también deben de ubicarse en los terrenos menos expuestos visualmente. En el caso de las áreas de especial interés paisajístico, los instrumentos de ordenación forestal incluirán un estudio sobre el paisaje y definirán medidas para asegurar la integración de las nuevas plantaciones forestales.

Retirada de carteles

Entre las novedades del texto está también la obligatoriedad de retirar carteles, paneles informativos y señales de obras y actuaciones públicas una vez concluido el plazo de permanencia que hayan establecido los compromisos de financiación. Es muy frecuente ver en el rural gallego cómo quedan elementos de este tipo meses y años después de acabados los proyectos, lo que tiene un impacto visual muy negativo en el paisaje. Las directrices fijan criterios para integrar en el entorno otros elementos, como es el caso de infraestructuras energéticas, vías de comunicación y redes de telecomunicación. En el caso de las antenas, se controlará su tamaño y ubicación para reducir el impacto visual, y se prohibirá su localización en áreas protegidas.

En cursos fluviales, cascadas, malezas y arbustos, humedales o bosques también se establecen criterios específicos con la finalidad de ofrecer unas pautas de intervención coherentes con cada unidad paisajística. Por ejemplo, cualquier proyecto a actuación tendrá que considerar los cursos fluviales, y su área de influencia, como espacios de valor, lo que afectará al diseño de obras públicas. En este sentido, se promoverán Técnicas de Drenaxe Urbano Sustentable (TDUS), «que axudan a conseguir un réxime hidrolóxico máis natural dentro das zonas urbanizadas, ao tempo que ofrecen beneficios estéticos e xogan un papel destacado na mellora da calidade visual dos espazos urbanos», tal y como recoge el documento que hoy hace público el DOG.

La herramienta de las directrices es, junto al catálogo y la guía de buenas prácticas, el conjunto de instrumentos que maneja la Xunta para hacer cumplir la normativa autonómica, la Lei 7/2008 de protección da paisaxe de Galicia. En este sentido, la Administración autonómica ya ha anunciado algunas medidas, como las relativas a la composición, volumen y características de las edificaciones rústicas en cuanto a los colores y las cubiertas, la carpintería y los cerramientos. También están las restricciones en todas aquellas intervenciones a menos de 500 metros de los Caminos de Santiago o la integración paisajística de los miradores, ubicados en zonas de alto valor.